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La TV y el terremoto por Jorge Cabezas

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Andrés Azócar
Por : Andrés Azócar Periodista y director Escuela de Periodismo de la UDP
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El director de Prensa de TVN, Jorge Cabezas, analiza la cobertura de la estación dutante los días posteriores al terrremoto. Y responde a las críticas que desde diversos puntos se le hicieron a la TV en general: falta de contexto, sensacionalismo, potenciar los saqueos. Quejas que evidentemente Cabezas no comparte. La siguiente entrevista fue publicada en Qué Pasa.

¿El departamento de prensa de TVN tenía un plan para una tragedia de esta magnitud?

Cuando empecé a investigar cómo construir el canal 24 Horas me encontré con varias personas que me dijeron que este tipo de proyectos se instalan en la sociedad a partir de grandes noticias. Me acuerdo de un editor argentino que me contó que Todo Noticias -que depende del grupo Clarín- había crecido cuando explotó el «Corralito», porque Argentina se trastornó y todos querían saber qué pasaba. Hoy los canales 24 horas son primeros en sintonía en el cable argentino. De que estábamos 100% preparados es mentira, pero sí teníamos la mentalidad para cubrir noticias grandes. Teníamos la gimnasia que nos había dado el canal 24 Horas que ha sido extraordinario para aprender a manejar el «vivo» y transmitir todo el día.

¿Cuál era el ambiente en TVN?

Cuando llegué al canal ya estábamos al aire, con Mónica Rincón en pantuflas y a partir de eso empezamos a movernos. Los mandé a la calle a hacer diferecto – imágenes que no tienen necesidad de ser editadas- y eso nos dio una sensación de cobertura en Santiago muy dinámica. El primer indicio de que esto había sido muy grande me lo dio el puente que se cortó en Vespucio Norte. Fue la primera imagen. Después llegó la de la iglesia Divina Providencia con la cúpula caída y ahí me acordé de los Sacramentinos para el 85 y pensé ´aquí va haber muchos muertos´.

¿En qué momento lo confirma?

Empezamos a escuchar la radio y supimos que Concepción estaba muy afectado. Como a las 5:00 decidí que Amaro Gómez Pablos se fuera a Cobquecura con un móvil satelital. Y cerca de las 7:00 ya había dimensionado que la catástrofe era muy grande y enorme como a las 10:00 . Este terremoto fue bien hipócrita, porque en un comienzo parecía que había sido chiquito pero después empezamos a saber que hubo maremoto. Entonces la gracia de la TV esta vez -o lo que hizo TVN- fue que llegamos primero que la ayuda, que las Fuerzas Armadas y que Carabineros. Y mostramos, con la tecnología que teníamos, que era posible estar en los lugares de forma temprana, cosa que no pasó, como todos ya sabemos, con las autoridades.

¿La pregunta es llegaron primero, pero con qué objetivo?

Descubrimos la catástrofe, la cubrimos, la desplegamos, la retratamos y logramos dimensionar lo que había pasado. Después del terremoto hicimos mediciones, que mostraron que la TV, en términos de afinidad y fidelidad, homologó a la radio. Empezamos a asumir un atributo que yo nunca había sentido antes y que es compañía. Por eso la TV estuvo obligada a transmitir las 24 horas.

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