Si las actuales tendencias de población, agotamiento de recursos naturales, cambio climático, terrorismo, crimen organizado y enfermedades continúan y convergen durante los próximos cincuenta años, es fácil imaginarse un mundo caótico, inestable y catastrófico.
Según el informe 2010 del “State of the Future” (SOF 2010), presentado recientemente en Boston por Jerome Glenn, Director del Millennium Project, un think tank global de estudios de futuro que agrupa a dos mil quinientos científicos, académicos, intelectuales, políticos y comunicadores de todo el mundo, la síntesis y convergencia entre las ciencias y la tecnología está teniendo grandes impactos sobre la condición humana, positivos y negativos, pero los tendrá más aún en el futuro cercano, y para eso debemos estar preparados.
Los biólogos sintéticos pronostican que así como el código de los computadores se escribe para crear software que aumente las capacidades humanas, también se “escribirá” el código genético para crear formas de vida para el mejor desarrollo de la civilización. Hay ordenadores que están siendo construidos con el objetivo de desarrollar la misma capacidad de procesamiento del cerebro humano. Los productos a base de nanotecnología han crecido un 25 % en el año pasado, llegando hoy a más de ochocientos artículos para liberar medicinas en el cuerpo.
[cita]Si las actuales tendencias de población, agotamiento de recursos naturales, cambio climático, terrorismo, crimen organizado y enfermedades continúan y convergen durante los próximos cincuenta años, es fácil imaginarse un mundo caótico, inestable y catastrófico.[/cita]
Según Ray Kurzwail, de la Singularity University de Sillicon Valley, uno de los principales desarrolladores de la Inteligencia Artificial, e inventor, entre otros dispositivos, del scanner para computadores, el poder de la tecnología de la información se duplica anualmente. “Estamos ahora en un período de cambio llamativamente rápido. Cinco años atrás la gente no usaba buscadores de Internet, y tres años atrás la gente no usaba el término blog”. Según Kurzweil, autor del libro “La singularidad está cerca: cuando los humanos trasciendan la biología”, en las próximas décadas la inteligencia de origen no biológico va a estar a la par, en capacidad y sutileza, de la inteligencia de origen biológico. Y luego la va a superar ampliamente debido a la continua aceleración de la tecnología de la información combinada con la habilidad de las máquinas para compartir instantáneamente su conocimiento. Nanorobots inteligentes van a estar integrados a nuestro organismo, nuestro cerebro y medio ambiente, ayudándonos a superar la pobreza y la polución, aumentando la longevidad.
Además, tendremos una realidad virtual de inmersión absoluta y que incorporará todos nuestros sentidos, “algo así como la mezcla de lo que se vio en The Matrix con lo que se vio en Being John Malkovitch “.Una aplicación de la nanotecnología serán los «nanobots», robots del tamaño de una célula sanguínea que pueden viajar por el torrente sanguíneo destruyendo patologías, sacando desechos, corrigiendo errores del ADN y revirtiendo el proceso de envejecimiento. También estos «nanobots» irán a nuestro cerebro proveyendo de comunicación directa cerebro a cerebro, una inmersión total en la realidad virtual desde el sistema nervioso y, a grandes rasgos, expandiendo nuestra capacidad mental.
Según el SOF 2010 casi el 30 % de la humanidad está unida a Internet, y dentro de cinco años más de la mitad del mundo tendrá el acceso a Internet y dispositivos móviles. Es razonable asumir que en unos años más toda la humanidad puede ser unida por la red. La Internet se ha desarrollado desde ser un depósito pasivo de información (el Web 1.0) a un sistema generado por el usuario y participativo (el Web 2.0) y avanza a la Web 3.0, forma más inteligente que “sabe” el significado de la información que almacena y tiene la capacidad para tomar decisiones con ese conocimiento. Se avanza hacia la informática ubicua: con 5 mil millones de suscripciones de teléfonos móviles, bajando los precios de los smartphones, y un entorno construido de trans-receptores de los multimedia y una variedad de sensores, es razonable asumir que la mayoría del mundo urbanizado experimentará la informática ubicua y tarde o temprano empleará la mayor parte de su tiempo en alguna forma de realidad tecnológicamente aumentada.
Mientras tanto, están siendo construidas bases de Internet con transmisión inalámbrica en pueblos remotos, los teléfonos móviles con el acceso a Internet están siendo diseñados para el acceso educativo y de negocios para los grupos de ingresos más bajos, y programas innovadores están siendo creados para unir a las 2 mil millones de personas más pobres a este “sistema nervioso” de la nueva civilización.
Si las actuales tendencias de población, agotamiento de recursos naturales, cambio climático, terrorismo, crimen organizado y enfermedades continúan y convergen durante los próximos cincuenta años, es fácil imaginarse un mundo caótico, inestable y catastrófico. Sin embargo, si las tendencias emergentes de autoorganización para el futuro, crecimiento de Internet, la cooperación transnacional, la ciencia de materiales, las energías alternativas, la ciencia cognitiva, el diálogo interreligioso, la biología sintética y la nanotecnología crecen y convergen crecientemente durante los próximos años, es posible imaginar un mundo diferente, que funciona y sirve al bienestar de todos. Correctamente manejadas, y producidas las sinergias entre la biotecnología, la infotecnología, la nanotecnología, y superadas las brechas de cognotecnología vigentes, es posible superar los problemas ambientales, económicos y sociales de un mundo que al 2050 tendrá aproximadamente 9 mil millones de personas. Este es el principal mensaje del SOF2010. Toda esta revolución debería estar al servicio de la creación de un nuevo mundo, con más libertad, sin pobreza, sin enfermedades, sin conflictos irreductibles, es decir, más feliz.
¿Una utopía? Al parecer, la utopía es posible, pero, como advierte Jerome Glenn, la tecnología no basta. Para conducir este proceso hacia fines compatibles con los valores de la vida y el bienestar humano, necesitamos de una verdadera política global -lo que se menciona profusamente en el SOF 2010- que sea puesta en práctica por gobiernos, corporaciones, sistemasde educación, organizaciones no gubernamentales, Naciones Unidas, organizaciones internacionales. Un diálogo inter-religioso, mejorar el desempeño de los medios de comunicación, acercar a las personas entre si. Cada uno tiene un rol que jugar ante los problemas cada vez más complejos y la articulación de modos de mejorar las perspectivas para la civilización.
Pero la explosión del conocimiento unido a la sobrecarga continua de la información y la aceleración del cambio, hacen cada vez más inadecuados los sistemas de información para la toma de decisiones. De ahí que una posibilidad es crear sistemas de “inteligencia colectiva” que facilitan la interacción y la regeneración en tiempo real entre puntos de vista, información y software. Es decir, la creación, usando las tecnologías de la información, de la “inteligencia colectiva”, definida por Glenn como la “sinergia entre datos/información/conocimiento/software/hardware/expertos con nuevas ideas y suficiente autoridad, que aprende, produce y regenera conocimiento en tiempo real y continuo para la toma de mejores decisiones». El capítulo III del SOF 2010 da dos ejemplos recientes al respecto: la “Situation Room sobre Cambio climático Global”, implementada en Gimcheon, Corea del Sur; y el “Sistema de Alerta Temprana” para la Oficina del primer ministro del Estado Kuwait. En esta línea, el Millennium Project ha recomendado desde hace años fehacientemente a los gobiernos que instalen oficinas de análisis prospectivo, conectadas con sus similares en el mundo y con empresas, organizaciones civiles, universidades, para avanzar en este sistema de inteligencia colectiva.