La UDI aún tiene el poder para impedir ese debate, aún tiene la fuerza para mantener la caja cerrada. Utilizará toda la artillería disponible para lograrlo ya que de lo contrario se verá obligada a enfrentar su aislamiento. Un aislamiento que la obligaría a abrir su propia caja de Pandora y a lidiar con sus propios cadáveres.
¿Qué intenta decir Jovino Novoa cuando insiste en que las reformas políticas abren una caja de pandora de la que cualquier cosa puede salir?
A primera vista lo que dice es sencillo. Repite lo obvio. Su caja de Pandora es una advertencia a los riesgos del multipartidismo y a la conveniencia de mantener un sistema político que descanse en grandes acuerdos, en consensos que sólo pueden lograrse en base a la disciplina que imponen las coaliciones políticas; aquella disciplina que tanto estimula al senador.
Sin embargo, la caja de Pandora de Novoa contiene algo más; algo que de destaparse no sólo pone en riesgo el sistema de equilibrios políticos diseñado por los ideólogos de la UDI, sino que además pone en riesgo la continuidad y vitalidad de su propio partido.
La caja de Novoa se parece mucho a aquella caja sobre la que comían James Stewart y otros selectos invitados de Hitchcock en su film “La Soga”. Ella era la razón de ser de la fiesta, pero también la causa de su propia destrucción. Ambas cajas contienen un cadáver en su interior. Por ello, mientras permanezcan cerradas la fiesta puede continuar, pero una vez abiertas, la fiesta se termina irremediablemente.
[cita]En la soledad de la extrema derecha, la UDI tendría que repensar la validez de su visión ultra conservadora en un Chile que cambia a ritmos acelerados, tendría que redefinir su posición histórica frente a la dictadura, tendría que evaluar la continuidad de liderazgos asociados a esa dictadura. En fin, tendría que pasar por un proceso de introspección que podría remecer las bases sobre las cuales ese partido descansa.[/cita]
Sobre la caja de Novoa se ha construido y alimentado el sistema político chileno; y sobre éste la UDI ha logrado dar forma a uno de los partidos políticos más importantes del país. Sin embargo, después de 20 años, el cadáver que lleva en su interior no huele nada bien y el olor ha llegado a las oficinas de RN. Por fin pareciera haber una mayoría dispuesta a dejar atrás el binominal, el sistema de quórums y el presidencialismo exacerbado. Al fin parece haber un consenso en enterrar, de una buena vez, un sistema político anquilosado.
Pero en el caso de la UDI, abrir la caja significa también jugar con el futuro del partido, con su vitalidad. En efecto, lo que esa caja contiene y que aterra a Novoa y a los suyos es el propio germen de destrucción de la UDI, por lo menos de esa UDI poderosa a la que ya nos hemos acostumbrado. Es por ello que su respuesta al acuerdo RN-DC no es tan histérica como algunos sugieren. Muy por el contrario, es una reacción proporcional a las amenazas que ese acuerdo implica.
Las señales políticas de los últimos días justifican la seriedad con que la UDI se ha tomado este asunto. Todo apunta a un posible reordenamiento de fuerzas políticas que tienda hacia el natural equilibrio de los tres tercios. El acuerdo entre RN-DC es una clara señal en ese sentido, es una alarma que no parará de sonar por un buen tiempo. El llamado de Lagos a crear un partido único de izquierda que excluiría a la DC es tan potente como lo anterior. Este nuevo escenario dejaría a la UDI en un frágil aislamiento frente a una coalición de centro y otra de izquierda. Sin embargo, para que eso suceda es indispensable abrir la caja y terminar con el binominal.
La UDI aún tiene el poder para impedir ese debate, aún tiene la fuerza para mantener la caja cerrada. Utilizará toda la artillería disponible para lograrlo, ya que de lo contrario se verá obligada a enfrentar su aislamiento. Un aislamiento que la obligaría a abrir su propia caja de Pandora y a lidiar con sus propios cadáveres. En la soledad de la extrema derecha, la UDI tendría que repensar la validez de su visión ultra conservadora en un Chile que cambia a ritmos acelerados, tendría que redefinir su posición histórica frente a la dictadura, tendría que evaluar la continuidad de liderazgos asociados a esa dictadura. En fin, tendría que pasar por un proceso de introspección que podría remecer las bases sobre las cuales ese partido descansa.