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Los Negritos de Harvard

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Tomás Jocelyn-Holt
Por : Tomás Jocelyn-Holt Candidato presidencial liberal independiente
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Que viejos defiendan lo poco que les queda, pasa. Pero ¿que una generación joven que exigió en las calles un cambio en la educación haga venias para asegurar espacios ya? ¿Que usa el binominal como excusa para correrse de algo más ambicioso, tan solo porque exige más esfuerzo y otros plazos? Un desperdicio de talento que podría usarse para armar otra legitimidad y mayoría.


Lamenté la derrota de Cristóbal Bellolio en Providencia. Si bien no creo en primarias, Cristóbal innovó en una urbe compleja. Se la jugó. Al ser de derecha, la Concertación perdió la oportunidad de mover la frontera electoral y apostar por una sub 35 ante un alcalde con cuatro elecciones ganadas y que polariza al país. No desmerezco a Pepa Errázuriz, pero una primaria del 2% no es la disputa entre “Twitter versus las redes comunitarias” ni la “operación más sofisticada” que se le pudo ocurrir a la Concertación. Atribuir sofisticación al 2% movilizado es como mucho.

¿Qué ocurre con los nuevos líderes? Camilo Ballesteros depende de un pacto de omisión entre el PC y la Concertación. Al perder la FECH, el PC perdió un recurso clave en su obsesión de usar a los estudiantes para solo pasar de tres a cinco diputados. Sobre-explota a Camila Vallejos a la espera de una diputación que —seguramente— será al alero de la Concertación. Giorgio Jackson arma un movimiento tipo-blog confesándose decepcionado de partidos, a la espera de negociar un espacio con los mismos partidos que lo decepcionan. Su apoyo a Pepa Errázuriz sólo demuestra cuánta convergencia hay entre quienes creen poder usar a la Concertación sin sufrir su descrédito. ¿Para qué pedir lealtad generacional? Cada uno está en lo suyo y arma una entelequia que le permita decir que no hace lo que parece hacer. Su purismo se resiente si alguien les enrostra la pantomima. Se ofenden, pero ahí están. Los dirigentes aguerridos del 2011 hoy mendigan espacios a otros.

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Francisco Vidal reta a Gabriel Boric por creer «que vamos a mejorar la educación marchando una vez por mes». ¿El mismo que se apropia de la elección de la FEUC como anticipo de un triunfo opositor el 2013? Andrade libera a Michelle Bachelet de requerir “comando juvenil”. Esa camarilla que la usa como Caballo de Troya para que vuelva el mismo elenco del 27 de febrero en la ONEMI. ¿Y ésta generación nueva de líderes prestos para legitimarlo? ¿Con dos coaliciones en el suelo y con un electorado en que el 70% tiene menos de 35 años? ¡Insólito![/cita]

Desde otro sector, Oscar Rementería da a RN una vocería en el MOVIHL que no tendría por dónde tener si no fuera porque, al salir del clóset, denunció la intolerancia y homofobia de su propia directiva nacional. En EE.UU. están los Log Cabin Republicans y los Gay Conservatives en el Reino Unido son incluso un grupo dentro de los tories con directiva, página web y agenda propia. Oscar le da a RN una oportunidad para mirar a otro Chile. Pero mientras Carlos Larraín esté a cargo de RN no hay mucha esperanza de que salgan de sus estereotipos. Miremos los Pingüinos del 2006. Sólo Germán Westhoff corrió por fuera de ambas coaliciones. Los demás, desaprovechados.

A algunos cuesta entender que las dos alianzas no se reformarán por dentro. Venden la ilusión que harán lo que nadie ha podido: refundarlas. Un concepto que ya nadie entiende si supone mantener los mismos partidos, agregarle otros, reemplazarlos o solo usarlos para que uno que otro negrito de Harvard entre al Congreso y termine, al poco andar, domesticado por una inercia que no cambiará. Porque da igual cuán independientes sean o cómo se dé una primaria, la ley en Chile supone solo dos formas para correr en una elección popular: con firmas o por partidos. Sea como sea, estos nenes finalmente irán por la Concertación más el PC o por la Alianza por Chile, a menos que forjen un camino que ninguno parece tener la valentía de hacer.

Andrés Velasco juega al independiente que pelea con una coalición que no disciplina pero que anhela que lo proclame. Esta esquizofrenia de soñar un asalto a los partidos y que éstos se dejarán domesticar por afuerinos -así como así– pugna con todo juicio de realidad. ¿Acaso no vieron que en ambas alianzas ¡el mismo día!, ganó el girardismo en el PPD, Carlos Larraín en RN y se desplazó un sub35 en Providencia? Basta mirar a Pinto en Valparaíso o que Johnny Carrasco y Sergio Pujol busquen completar un cuarto de siglo de alcaldes. Exprimir la fruta hasta la última gota. Fernando Castillo Velasco nunca abusó así a pesar de méritos de sobra para hacerlo.

Francisco Vidal reta a Gabriel Boric por creer «que vamos a mejorar la educación marchando una vez por mes». ¿El mismo que se apropia de la elección de la FEUC como anticipo de un triunfo opositor el 2013? Andrade libera a Michelle Bachelet de requerir “comando juvenil”. Esa camarilla que la usa como Caballo de Troya para que vuelva el mismo elenco del 27 de febrero en la ONEMI. ¿Y ésta generación nueva de líderes prestos para legitimarlo? ¿Con dos coaliciones en el suelo y con un electorado en que el 70% tiene menos de 35 años? ¡Insólito!

Que viejos defiendan lo poco que les queda, pasa. Pero ¿que una generación joven que exigió en las calles un cambio en la educación haga venias para asegurar espacios ya? ¿Que usa el binominal como excusa para correrse de algo más ambicioso, tan solo porque exige más esfuerzo y otros plazos? Un desperdicio de talento que podría usarse para armar otra legitimidad y mayoría. En 1979, en lo peor del régimen militar y con la impotencia de no poder vislumbrar un cambio, Frei Montalva le dijo a jóvenes en un sindicato obrero una frase que me golpeó: “¡Lo que yo haría con la edad de ustedes!”… Algunos hoy necesitan un seguro para hacer política.

Jorge Errázuriz en la revista Qué Pasa hace un examen del mundo liberal, solo para terminar preso de figuras de ambas alianzas y con ocho personas explicando mal porque no han levantado una propuesta propia. Son domesticados por otros y solo atinan justificarse por ello. Brunner desde el MAPU ¿viene a dar clases de lo liberal? Balmaceda fue capaz de suicidarse por un ideal social y hoy el liberalismo que nos ofrecen es de filibusteros. En Chile todos buscan excusas para evitar dar liderazgo y mover el cerco. Eso no seduce a una generación nueva de chilenos que quieren algo más por la cual jugarse. Dificulto si una actitud semejante siquiera infunde respeto. Un ideal social no se vende en Power Point. Se tiene que saber vivir, poder dar la cara a otros y ganarse el respeto ajeno.

Chile necesita superar esta democracia precocinada. Valora a quienes arriesgan y representan algo más que una chapa. Pero no en las dos alianzas. Los jóvenes irán a votar en tanto sientan que pueden hacer una diferencia. Eso exige una tercera vía. Aumentar la oferta, competir en el gran público y no en una primaria del acarreo y el cohecho. Exige liderazgo en la frontera electoral y no en las puntas de gente que sólo hiperventila el voto duro.

Podrá molestar pero mientras esta generación no rompa huevos, que no se quejen que sean las Adriana Barrientos quienes si lo hagan. Tal vez éstas merezcan ganar. Total, mueven el cerco de un modo que otros ni se atreven.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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