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Twitter: una alerta temprana para el debate político

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Manuel Délano y Jorge Fábrega
Por : Manuel Délano y Jorge Fábrega Manuel Délano es periodista de la U. de Chile, Magíster en Comunicación Estratégica de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y profesor de la Escuela de Periodismo de la UAI. Jorge Fábrega es PhD en Políticas Públicas (Chicago), Economista y Sociólogo (PUC), profesor de la Escuela de Gobierno de la UAI.
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Tanto los políticos como los medios suelen sobreinterpretar el significado de los trending topics y, en ocasiones, han caído en la tentación de asignarles un estatus similar al de una encuesta. Esto constituye un error.


A mediados del siglo pasado, un periodista se acercó a la salida del Congreso a un conocido senador y le preguntó si era cierto que iba a postular a la presidencia de la república. El parlamentario, que por primera vez escuchaba esta versión, le respondió: “¿En serio? No tengo noticias de eso, pero publícalo igual”. Como en otros oficios, para un político, que se hable bien de él es el óptimo. Si esto no es posible, al menos que hablen sobre él, aunque sea mal… el peor escenario es que nadie se interese por él. En “La Cámara y los 147 a dieta”, el periodista Eugenio Lira Massi describió a los honorables del período 1965-1969. Con el estilo mordaz que lo caracterizaba, Lira Massi desnuda las debilidades de los diputados, pero de 14 de ellos no tiene nada que decir y entonces lanza su mayor sarcasmo al desafiar al lector que los reconozca (pág 91): “¿Y estos?… ¿Quiénes son estos señores?… No se me diga que son ‘diputados’ porque eso no tiene ninguna gracia. Si no lo fueran no estarían en el libro. Digan otra cosa, a ver (los parientes no participan)”.

Para lograr visibilidad, los políticos exploran todas las vías: las cuñas estudiadas con sus asesores, aparecer en la foto (aunque hayan dado codazos para desplazar a otros), el baile descoordinado, subirse a un tanque, ponerse un casco minero, permitir que las cámaras entren a sus hogares como en un reality, exponer a sus familiares. Todo cuenta. Y como todo suma, los incentivos los inducen a profesionalizarse en el arte de marcar presencia en los medios y crear agenda.

Cada medio tiene especificidades que los profesionales de la comunicación política han ido descubriendo a punta de pruebas y errores. Así sucedió con los medios tradicionales en el pasado y está ocurriendo ahora con la comunicación vía internet. A diferencia de los medios tradicionales (prensa, radio y televisión), estos nuevos medios son, como los denomina el reconocido sociólogo Manuel Castells, medios de autocomunicación de masas que permiten a las personas “emitir sus mensajes, seleccionar los que quiere recibir, organizar sus propias redes, ponerse de acuerdo con otras personas en redes en internet, en que los contenidos, las formas, los participantes en esas redes son decididos autónomamente… redes horizontales de comunicación interactiva que llegan a la sociedad a través de personas, intereses, valores, grupos sociales que no están representados en los sistemas corporativos de poder” (fuente aquí). Por este motivo, el desarrollo de estrategias para captar la atención de ciudadanos empoderados mediante los nuevos medios se ha transformado en la piedra filosofal de la comunicación política vía internet.

[cita]Tanto los políticos como los medios suelen sobreinterpretar el significado de los trending topics y, en ocasiones, han caído en la tentación de asignarles un estatus similar al de una encuesta. Esto constituye un error.[/cita]

En el caso de Twitter, los medios suelen otorgar especial atención a los trending topics, un listado que se actualiza en tiempo real con los términos que están marcando tendencia en el momento en Twitter. Esta es una práctica muy saludable de los medios, sobre todo a la luz de las enormes evidencias de ceguera que tienen las elites dirigentes para detectar las tendencias, preocupaciones y frustraciones latentes en la sociedad, como ha quedado de manifiesto en los últimos años en relación al descontento frente al estado actual del sistema educativo.

Sin embargo, tanto los políticos como los medios suelen sobreinterpretar el significado de los trending topics y, en ocasiones, han caído en la tentación de asignarles un estatus similar al de una encuesta. Esto constituye un error. Aunque la fórmula exacta que usa Twitter para determinar si un término constituye o no un trending topic es desconocida, sí se sabe que un tema no llega a esta categoría por ser el más popular. Por ejemplo, el año pasado, durante días “Occupy Wall Street” entró y salió de los trending topics en varios países, salvo en Estados Unidos. De inmediato surgieron voces denunciando la existencia de censura, pero la verdad era diferente: en Estados Unidos el término fue masivo todo el tiempo, mientras que en los restantes países creció aceleradamente. Situaciones como la anterior son frecuentes en Chile, como se ha observado en relación a las precandidaturas presidenciales (ejemplo aquí).

Un trending topic no es un indicador de popularidad, sino que una medida de novedad y contagio. Mide novedad porque no captura aquello sobre lo que más se habla, sino aquellos términos que tienen un crecimiento anormalmente elevado en su uso en relación a los otros términos que están siendo utilizados al mismo tiempo. Mide contagio porque da mayor relevancia a un término si, además de lo anterior, es utilizado por nuevos usuarios. Es decir, en comparación con los otros temas que se conversan en Twitter, un trending topic es un término que está experimentando un súbito crecimiento, en pocos minutos, tanto en volumen de mensajes como en número de cuentas que los incorporan en sus mensajes.

Algunos términos populares que llegan a ser trending topics desaparecen del listado a pesar que, aparentemente, todos los usan. Existen dos motivos fundamentales para ello. Por un lado, una posibilidad es que el número de cuentas nuevas que utilizan el término declinó y, por ende, en la ecuación que usa Twitter, estas palabras dejaron de ser una tendencia. Por otro lado, como el propio CEO de Twitter ha señalado en su cuenta (@dickc), si bien los trending topics se crean automáticamente de acuerdo a sus algoritmos, ellos eliminan términos claramente ofensivos u obscenos (véase, por ejemplo, aquí).

En suma, los trending topics son una suerte de alerta temprana que, debidamente interpretada, orienta y entrega señales a los comunicadores políticos, medios e interesados en las redes sociales que permiten prepararse frente a los temas que emergen y pueden llegar a ser relevantes en la sociedad.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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