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Influencia y manipulación en Twitter

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Manuel Délano y Jorge Fábrega
Por : Manuel Délano y Jorge Fábrega Manuel Délano es periodista de la U. de Chile, Magíster en Comunicación Estratégica de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y profesor de la Escuela de Periodismo de la UAI. Jorge Fábrega es PhD en Políticas Públicas (Chicago), Economista y Sociólogo (PUC), profesor de la Escuela de Gobierno de la UAI.
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Que pueda haber operaciones encubiertas, engaños y fraudes a través de Twitter no disminuye el valor de su información ni el interés hacia aprender el medio. Debe tenerse presente que la posibilidad de manipulación de los medios es coetánea a su creación, desde sus orígenes.


Lograr que un tema se transforme en trending topic en Twitter permite obtener titulares de diarios, entrevistas y comentarios en las radios y televisión, seguimiento en las redes sociales y, en general, ganar atención por parte de una ciudadanía sometida diariamente a múltiples estímulos. Es como una medalla en los Juegos Olímpicos: un resultado por el que muchos estarían dispuestos a invertir. Por ello, era esperable que esta herramienta creada por Twitter para describir lo que está ocurriendo en la red se transformara en el nuevo objetivo, casi una obsesión, de los profesionales de la comunicación política. Más aún, cuando pueden desarrollarse acciones explícitas para intentar transformarse en una tendencia en la red.

No siempre un trending topic surge espontáneamente a partir de las conversaciones entre los usuarios de Twitter. ¿Cuántos “twitteos” se requieren en Chile para transformar un tema cualquiera en un trending topic? En el seguimiento que efectuamos (algunos ejemplos aquí) hemos detectado temas que logran erigirse como trending topics con menos de 300 tweets, mientras que otros temas no alcanzan esta categoría, aunque acumulan miles de mensajes. Son muchos los factores que influyen en que un tema se transforme en un trending topic: el horario, el número de cuentas distintas que usan los términos, la rapidez en la expansión de su uso, la existencia o no de otros términos de rápido crecimiento, entre otros.

[cita]Que pueda haber operaciones encubiertas, engaños y fraudes a través de Twitter no disminuye el valor de su información ni el interés hacia aprender el medio. Debe tenerse presente que la posibilidad de manipulación de los medios es coetánea a su creación, desde sus orígenes.[/cita]

Como las magnitudes para generar un trending topic no son muy elevadas, es perfectamente factible que algunos usuarios de Twitter busquen explícitamente intentar producir uno. Muchos lo declaran abiertamente en la red, llamando a sus seguidores a transformar un término en trending topic. No obstante, en política, las acciones suelen ser más sofisticadas, porque su eficacia aumenta cuanto más espontáneas parecen serlo. Uno de los autores de esta columna ha podido conversar con personas que se han coordinado exitosamente entre sí para producir trending topics en Chile.

El hecho que grupos se organicen para intentar influir en el debate público es algo natural y legítimo. Pero los intentos descarados de manipulación de los trending topics no lo son. Un ejemplo de aquello fue revelado, hace algunos meses, por el conocido periodista argentino JorgeLanata, quien denunció la existencia de una red de 400 cuentas falsas de Twitter, supuestamente vinculadas al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, creadas para generar resonancia y opinión pública favorable a la Casa Rosada. Denunciasparecidashuboenlacampañaparalarecienteelecciónpresidencialmexicana sobre la creación de trending topics por parte de la candidata conservadora Josefina Vázquez y, en Estados Unidos, respecto al aumento inusitado de seguidores del candidato presidencial republicano MittRomney.

Que pueda haber operaciones encubiertas, engaños y fraudes a través de Twitter no disminuye el valor de su información ni el interés hacia aprender el medio. Debe tenerse presente que la posibilidad de manipulación de los medios es coetánea a su creación, desde sus orígenes. Que Twitter pueda ser manipulado tiene un remedio simple pero eficaz: conocer mejor cómo funciona, investigar para detectar el mal uso, denunciarlo, y sin perder el encantamiento por la “magia” de estos mensajes en 140 caracteres, desterrar la ingenuidad al analizarlos. Esta es una responsabilidad de la academia, pero también del resto de los medios, que hasta ahora utilizan acríticamente Twitter. Después de todo, en la comunicación política tiene tanta importancia lo que se omite como lo que se dice.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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