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Legalidad en conflicto y cultura empresarial

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Viviana Arias
Por : Viviana Arias Estudiante de Derecho de la Universidad de Chile
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La incapacidad de resolver el conflicto mapuche es reflejo de esto. La incapacidad de resolver la problemática estudiantil. De detenernos en el camino de ampliar el derecho a los homosexuales. ¿En qué punto podremos recuperar el lazo de unión fundamental entre Nación y Estado? Cuando Chile deje de estancarse en leyes comerciales y proteja el renacer cultural podremos hablar de una parte del progreso legal y cultural que a nivel de país es más que necesario.


La realidad del momento nos muestra un Chile progresivo económicamente, titubeante en las maniobras políticas y lleno de nuevas formas de identidad. Muestra de esta última mención es el auge que han tenido las discusiones acerca del progreso que deben tener los grupos homosexuales respecto a materia legal: matrimonio entre homosexuales y adopción de terceros.

Si observamos el plano mundial, el 2013 ha ido avanzando gradualmente en esto. El senado de Colorado (EE.UU) el 8 de febrero aprobó las uniones entre homosexuales. La Cámara de los Comunes británica aprobó el 5 de febrero la legalización de este acto con una amplia mayoría (no olvidemos la naturaleza religiosa imperante en Inglaterra). Francia tampoco se queda atrás en relación a esta materia.

Respecto a este último país, cabe destacar la inmensa movilización de sus ciudadanos pro «matrimonio gay«. Unas 400.000 personas se movilizaron en las calles de París por este asunto en enero de este año. Además, según el último sondeo de Ifop (Instituto Francés de opinión pública) los franceses aumentan gradualmente su apoyo (un 63 % lo apoya, contra un 60 % a principio de mes). La voluntad del país quedo manifiesta cuando la Asamblea Nacional Francesa legaliza el matrimonio homosexual. Los diputados del parlamento a favor de esto triunfaron con una amplia mayoría (249 votos a favor contra 97).

[cita]La incapacidad de resolver el conflicto mapuche es reflejo de esto. La incapacidad de resolver la problemática estudiantil. De detenernos en el camino de ampliar el derecho a los homosexuales. ¿En qué punto podremos recuperar el lazo de unión fundamental entre Nación y Estado? Cuando Chile deje de estancarse en leyes comerciales y proteja el renacer cultural podremos hablar de una parte del progreso legal y cultural que a nivel de país es más que necesario.[/cita]

Acentúo Francia para aludir a un fenómeno particular. Quiero partir por la definición correcta de cultura, entendiendo a esta —a grandes rasgos— como una manifestación de la vida del pueblo. Inclusive, un conjunto de conocimientos. También destacar que existe en el Estado democrático una unión intrínseca con la voluntad de su Nación. ¿Qué hacer entonces cuando la voluntad general entra en conflicto con la legalidad de su Estado? Para no arriesgarnos a perder los principios democráticos nos basamos en las respuestas de las instituciones que en su raíz son los representantes del pueblo. Ahora. Hecho esto y no dando resultados, comienza una nueva etapa de democracia civil: las manifestaciones ciudadanas a favor de un cambio, una colectiva disposición a través de los medios masivos de comunicación, marchas de miles. Esto se vivió el 2011. ¿Pero ahora? ¿Estamos satisfechos con toda clase de respuestas que nos da el gobierno? Si no es así ¿Por qué nos manifestamos en multitudes sólo a veces?

En nuestro país existe una amplia ruptura cultural que se relaciona con una menor organización ciudadana; ergo refleja una democracia dormida. Existe una legalidad en conflicto que nace de una cultura empresarial. Estamos embargados de conceptos ajenos que nacen de la misma identidad occidental importada por el capitalismo de empresa.

La farándula, los realities, Facebook etcétera, son modelos extranjeros de alguna empresa de entretención que se transformó en nuestro país en una equivocada cultura, haciendo de ésta, no una manifestación del pueblo si no una asimilación de absorber y absorber prototipos extranjeros. Errando su verdadera utilidad, nos quedamos sin patrón de identidad. Nos transformamos en un pueblo sensacionalista. El periodismo pierde seriedad gradualmente, asemejándose a una publicidad barata. Descuidamos la influencia que tiene la TV en las formas de identidad y a nivel continental, más que hermanos latinoamericanos, nos convertimos en hermanos del capitalismo. Este mismo capitalismo necesita un organismo social que lo regularice para dar una respuesta democrática a problemas de contingencia nacional, como lo que sucedió con Aguas Andinas la semana pasada.

La incapacidad de resolver el conflicto mapuche es reflejo de esto. La incapacidad de resolver la problemática estudiantil. De detenernos en el camino de ampliar el derecho a los homosexuales. ¿En qué punto podremos recuperar el lazo de unión fundamental entre Nación y Estado? Cuando Chile deje de estancarse en leyes comerciales y proteja el renacer cultural podremos hablar de una parte del progreso legal y cultural que a nivel de país es más que necesario.

Así avanzaremos de a poco hacia el fin del encuentro legalidad vs legitimidad y a un gobierno-nación en auge a sus principios y labores fundamentales.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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