Siempre parecerá populista una medida populista mientras se aprueben termoeléctricas y se permite la explotación irracional de los recursos naturales sin royalty para las comunidades. De todas formas, puedes aprovechar esta prohibición para sanarte del tabaquismo.
Bufando recibieron la noticia quienes se la pasan fumando sobre el territorio chileno. Sí, echando humo y no precisamente de cigarrillo sino que de rabia se enfrentan hoy a la Ley Antitabaco que a partir del viernes 1 de marzo prohíbe fumar en espacios públicos cerrados como estadios (cancha y gradas) y todo lugar de trabajo, incluyendo bares, pubs, restaurantes, casinos y discotecas, siendo el principal problema el de tener suficiente personal municipal para la fiscalización del cumplimento de la Ley.
Chile es el país que tiene el mayor índice de fumadores adolescentes. Los niños de entre 13 y 15 años son los más fumadoras del planeta. Según el Atlas Mundial del Tabaco, las niñas alcanzan el 40% de los fumadores totales en el mundo situándose en el primer lugar, mientras que los niños un 28%, lo que los coloca en el segundo lugar. Es por eso que se han implementado programas como “Elige No Fumar”, un concurso para adolescentes de séptimo básico a segundo medio, en donde el desafío es que todo el curso no fume por dos meses y medio.
Drogas sociales “legales” como el cigarro que contiene 50% de sustancias cancerígenas: níquel, acetona, tolveno, alquitrán y el DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano) y que además, alcanza 900 grados y las partículas liberadas por el humo de tabaco en ambientes cerrados producen una polución 10 veces mayor a la de un motor, han provocado un gran descalabro en la salud de los habitantes del mundo y por supuesto en sus economías, transformando al “puchito” en un artículo de primera necesidad.
Y no solo eso, la contaminación que hace que 1100 millones de personas se conviertan en una verdadera reproducción a escala de una industria propia del siglo XIX, no acaba una vez apagado en adictivo cilindro. Juntos suman más de 15 billones de colillas de cigarros al año, las que tardan desde 18 meses, hasta 10 años en descomponerse. Plazas, calles, parques nacionales, reservas de la naturaleza, cañerías e incluso nidos de pájaros, están llenas de estos filtros cargados de sustancias tóxicas.
Tal es la virulencia de este invento de la publicidad (Basta ver el primer capítulo de Mad Men), que es férreo defensor de la prohibición absoluta de producir, distribuir y consumir tabaco, Daniel Cohn-Bendit, el mismo que en Mayo de 1968 enarbolaba la bandera de «prohibido prohibir».
Muchos pensamos, si quieren fumar, fumen, pero fumen bueno 😀 Sin embargo, he sido majadera señalando que el consumo, por ejemplo de marihuana, se puede realizar comiéndola como sugiere el gobierno uruguayo, desde sus ricas semillas en omega 3 y 6, hasta sus fibrosas hojas para el “transito lento”, los dolores reumáticos y la ansiedad.
Si ya decidiste dejar de fumar aburrido de la nicotina y monóxido de carbono en la sangre, la falta de oxigenación de tu cuerpo, la tos, la falta de olfato y la escasa percepción de los sabores, de las infecciones respiratorias y el aumento de la presión arterial, y ya tienes la certeza de que esa expresión de seguridad en la anatomía de la pose de su consumo, el cigarro no te hace ni más sensual, ni más viril, ni más audaz y de lo único que tienes certeza es de ese mal sabor de boca, pon atención a estos consejos:
Sé fuerte y aprovecha esta prohibición, que claro, siempre parecerá populista ante la contradicción de aprobar proyectos termoeléctricos que contaminan y destruyen la vida en muchas partes de Chile, la explotación de los bosques y las cordilleras, la apropiación de las aguas y un largo y penoso etcétera.
