Una cultura de rendición de cuentas que incorpore al “ADN” de los gestores públicos la disposición positiva a la justificación de sus acciones y la oportuna reacción frente a requerimientos de información y críticas que se les planteen.
En la ciudad de Boston en Estados Unidos, el invierno suele ser crudo con temperaturas que pueden llegar a varios grados bajo cero. Entre otros problemas derivados de las inclemencias climatológicas, es usual que los grifos sean cubiertos por la nieve y queden inutilizables para situaciones de emergencia. Atendido que el gobierno municipal no tiene la capacidad operativa para garantizar la continua funcionalidad de dichos artefactos, una iniciativa ciudadana, promovida al amparo del proyecto “Code for America”, convocó a través de las redes sociales y plataformas digitales a la comunidad para involucrarse y colaborar en la atención de esta necesidad pública y logró que los grifos de Boston fueran “apadrinados” por sus vecinos, con bautizo y todo, quienes asumieron la responsabilidad de velar por su uso, limpiándolos periódicamente, según se registró en un mapa de la ciudad donde se georeferencian los grifos, sus nombres y padrinos (a la fecha, muchas otras ciudades norteamericanas han replicado el modelo de “Adopta un Grifo”)
¿Qué tendrá que ver esta historia con transparencia y gobierno abierto? La verdad es que todo, porque transparencia y gobierno abierto explican y dan contexto a la historia de los grifos adoptados.
La Alianza para el Gobierno Abierto u Open Government Partnership (OGP), es una iniciativa multilateral que ya convoca a 59 países (dentro de los que se encuentra Chile) y cuyos objetivos principales apuntan a mejorar los niveles de transparencia y acceso a la información mediante la apertura de datos públicos y la reutilización de la información del sector público; facilitar la participación de la ciudadanía en el diseño e implementación de las políticas públicas y favorecer la generación de espacios de colaboración e innovación, particularmente entre los órganos públicos, la sociedad civil y el sector privado.
[cita]Una cultura de rendición de cuentas que incorpore al “ADN” de los gestores públicos la disposición positiva a la justificación de sus acciones y la oportuna reacción frente a requerimientos de información y críticas que se les planteen.[/cita]
Para avanzar en gobiernos abiertos es necesario conjugar una suma de factores coadyuvantes. Se debe profundizar en TRANSPARENCIA, de modo que los datos públicos cumplan con estándares como estar disponibles en formatos susceptibles de ser procesados y accesibles a través de herramientas tecnológicas y de comunicación. Se necesita más y mejor participación ciudadana, con una ciudadanía involucrada en el debate público con canales apropiados que aporten información y generen espacios de consulta y contribución de propuestas innovadoras, responsables y enfocadas en las necesidades de la comunidad. Una cultura de rendición de cuentas que incorpore al “ADN” de los gestores públicos la disposición positiva a la justificación de sus acciones y la oportuna reacción frente a requerimientos de información y críticas que se les planteen. El acceso a nuevas tecnologías para que a través de su uso intensivo, por cada vez más personas, se generen contextos conversacionales de colaboración e innovación.
En los cimientos de la iniciativa de gobiernos abiertos se sitúa la transparencia y el acceso a la información pública y, probablemente, hacia el gobierno y los datos abiertos apunta el futuro de la política de transparencia pública, esta aparente paradoja deriva del curso de un proceso evolutivo que ya arrancó en nuestro país con la liberación y difusión de información pública en base a una estructura normativa definida en la Ley de Transparencia y que paulatinamente esperamos que derivará, por efecto de la interacción de más transparencia, participación ciudadana, rendición de cuentas y acceso masivo a nuevas tecnologías en una transparencia 2.0, más usable, pertinente, adaptable a las necesidades ciudadanas y, lo más importante, fuente de co-diseño y co-producción de valor público, social y cívico. Celebramos la adopción de grifos en Boston, es una buena síntesis de colaboración público-ciudadana para una mejor sociedad.