Por lo expresado, no tenemos mucho que celebrar. Esperamos que estas medidas tomadas al finalizar este gobierno, sean reevaluadas por el que venga, y la Educación Parvularia chilena vuelva a ser el referente mundial técnico que éramos mediante procesos informados, participativos y validados por las organizaciones académicas del sector, los Colegios Profesionales y otras instancias profesionales que existen.
El 22 de noviembre fue el “Día de la Educación Parvularia”, fecha en la que habitualmente se hace un análisis y reflexión sobre los avances del nivel acompañado de alguna sencilla celebración.
Desgraciadamente en esta oportunidad no hemos podido hacerlo, ya que un conjunto de medidas relativas a este nivel se han estado tomando con escasa consulta y participación efectiva del sector, en especial, de los Educadores de Párvulos.
El 5 de noviembre se aprobó en el Senado una reforma constitucional que establece el nivel de transición mayor (mal llamado “kínder”) como obligatorio y, junto con ello, se estableció financiamiento desde los niveles medios. Estas medidas que podrían aparecer como “buenas”, tienen una serie de limitaciones que son necesarias de señalar:
[cita]Por lo expresado, no tenemos mucho que celebrar. Esperamos que estas medidas, tomadas al finalizar este gobierno, sean revaluadas por el que venga, y la Educación Parvularia chilena vuelva a ser el referente mundial técnico que éramos mediante procesos informados, participativos y validados por las organizaciones académicas del sector, los Colegios Profesionales y otras instancias profesionales que existen.[/cita]
El nivel de Educación Parvularia se alegra por los avances del sector, pero hubiésemos deseado una obligación para el Estado de ofrecer a todos los niños, desde el nacimiento, una educación de calidad y gratuita, adaptada a las necesidades de los diversos grupos.
Por lo expresado, no tenemos mucho que celebrar. Esperamos que estas medidas, tomadas al finalizar este gobierno, sean revaluadas por el que venga, y la Educación Parvularia chilena vuelva a ser el referente mundial técnico que éramos mediante procesos informados, participativos y validados por las organizaciones académicas del sector, los Colegios Profesionales y otras instancias profesionales que existen.