Cuando se inició la campaña, todos y cada uno de los candidatos al Parlamento acudimos a las calles, los barrios, las casas, las plazas, las ferias, en fin, pidiéndoles a las personas que nos apoyaran, que nos dieran nuevamente su confianza y que creyeran en la candidata Michelle Bachelet. Y además muchos les planteamos que tuvieran la certeza de que ahora sí se podían concretar los sueños de muchos, del ciudadano de a pie.
Cuando la Presidenta Michelle Bachelet asumió su cargo el 11 de marzo, nunca imaginamos la serie de traspiés que hemos vivido hasta ahora, tomando en cuenta que durante décadas esperamos tener las mayorías parlamentarias con la cuales hoy día contamos.
Esa esperanza la mantuvimos contenida en nuestros corazones por mucho tiempo y así se lo hicimos saber a nuestros electores en numerosas oportunidades. “No tenemos los votos”, le señalamos de manera casi agotadora y persistente a nuestra gente, a nuestros dirigentes sociales locales, a aquellas chilenas y chilenos que veían en nosotros una salida para las injusticias y las desigualdades.
Y cuando se inició la campaña, todos y cada uno de los candidatos al Parlamento acudimos a las calles, los barrios, las casas, las plazas, las ferias, en fin, pidiéndoles a las personas que nos apoyaran, que nos dieran nuevamente su confianza y que creyeran en la candidata Michelle Bachelet. Y además muchos les planteamos que tuvieran la certeza de que ahora sí se podían concretar los sueños de muchos, del ciudadano de a pie.
Y así el resultado de las elecciones parlamentarias y presidenciales fue óptimo: Michelle Bachelet tiene la cantidad de legisladores que sus propuestas requieren.
[cita]He mantenido hasta ahora silencio por un tema de prudencia. Pero he resuelto hablar en aras de hacer una crítica constructiva y llamar al gobierno a considerar a todo el conjunto y al amplio espectro que representamos en el Congreso Nacional. Nos costó mucho llegar hasta aquí y muchos pensamos que las formas sí son relevantes. [/cita]
Sin embargo, con el correr del breve tiempo que llevamos nuevamente en el gobierno, recibimos señales inquietantes en relación a la forma poco inclusiva en que se han tomado las decisiones en materias claves para nuestro país.
He mantenido hasta ahora silencio por un tema de prudencia. Pero he resuelto hablar en aras de hacer una crítica constructiva y llamar al gobierno a considerar a todo el conjunto y al amplio espectro que representamos en el Congreso Nacional. Nos costó mucho llegar hasta aquí y muchos pensamos que las formas sí son relevantes.
Queremos volver a lo que logramos en la campaña: tener la complicidad, la amistad, la confianza y el debate mutuo que se hacen imprescindibles para un buen gobierno. Con todo el respeto que me merecen todos los ministros, nosotros llegamos a nuestros cargos a través del voto ciudadano. Y por la consideración que se merecen los ciudadanos que nos eligieron, todos los parlamentarios de la Nueva Mayoría deben ser tomados en cuenta en los procesos de toma de decisiones.