La fórmula del cuestionado ránking de notas parte de varios absurdos, como por ejemplo la idea de pensar que la exigencia es igual en todos los colegios y que, por lo tanto, un alumno promedio de, por ejemplo, el Instituto Nacional, se ha “esforzado” lo mismo que un alumno promedio de otro colegio “no emblemático”. Más allá de lo discutible de este presupuesto, concedámosle el punto y pensemos, como no ocurre en la realidad, que la educación es en todos lados igual, y que el esfuerzo es comparable. Además, supongamos, junto con el CRUCh, que las notas son siempre justas, que no son infladas según la cuenta corriente de los padres, y que se entregan a cambio de evaluaciones y trabajos igual de complejas. Es decir, dejemos por un momento de lado el “chovinismo” y el “egoísmo” (que es como ellos le dicen al realismo y al sentido común).
Entonces, en este mundo imaginario, cabría pensar que el ranking de notas bonificará a los alumnos según la posición relativa que ocupa respecto a sus compañeros, y que un alumno perteneciente al 20% superior de su colegio, tendrá el mismo puntaje que otro alumno perteneciente al mismo 20% superior, es decir, que otro alumno con el mismo “ranking”.
A pesar de que así se entiende y se explica con descaro por la televisión y la prensa en general, esto no ocurre asi, dos alumnos con el mismo ranking en distintos colegios no obtienen el mismo puntaje. Se preguntará entonces ¿a qué colegio beneficia más el ranking? Seguramente deben ser los colegios más pobres, para compensarles un poco la precariedad de la enseñanza que han tenido y permitirles entrar a la universidad… Pero Sorpresa de nuevo, tal cosa tampoco ocurre así.
Veamos, en breves cifras, por qué hacen tanto escándalo estos niños “egoístas y privilegiados” de los liceos emblemáticos:
Colegio Grange:
Arancel anual 5.034.096 y la matrícula $256.366
Alumno en el 25% superior obtiene de bonificación: 774 puntos.
Colegio Cumbres:
Arancel anual: Sobre 5.000.000 (aproximado, estos se miden por UF, y en mi barrio no conocemos las UF) Matricula: 300.000 aprx.
Alumno en el 25% superior: 775 puntos.
Instituto Nacional:
Arancel anual: 0. Matricula: 3500 (prácticamente la mitad de los alumnos está eximido de este pago por ser extremadamente pobres, asi de “privilegiados” son)
Alumno en el 25% superior: 679 puntos (casi 100 puntos menos)
Liceo de Aplicación:
Arancel anual: 0 Matricula: 3500
Alumno en el 25% superior: 591 puntos (con esto no entra ni a la carrera menos exigiente de la universidad de chile)
Centro Educacional Baldomero Lillo (para poner un ejemplo no “emblemático”)
Arancel: 0 Matricula 3500 aprx
Alumno en el 25% superior: 669 puntos
Para ingresar a una carrera universitaria 1 solo punto puede hacer la diferencia, por lo que el castigo, por ejemplo, de 180 puntos que se le hace al Liceo de Aplicación, es simplemente sacarlo de cualquier tipo de competencia. ¿Cuál es el sentido de esas diferencias entre alumnos que tienen el mismo ranking en sus respectivos colegios? Ninguna. O tal vez si haya una, pero mencionarla aquí podría hacerme merecedor de una querella.
¿Por qué se quejan tanto los liceos emblemáticos? ¿Es porque no quieren que los pobres no privilegiados (sus vecinos, digámoslo) entren a la universidad? No. Es porque el sistema de ranking es una completa equivocación. No es un verdadero ranking sino una exaltación de la arbitrariedad y un incentivo a vicios nefastos de todo tipo. ¿Qué piensa usted que haría el apoderado que paga 5 millones si su hijo tiene malas notas y lo afecta el ranking? Lo sacará, y el colegio perderá 5 millones…de ahí al vicio es cuestión de lógica.
Por el contrario de lo que se piensa, el ranking no solo destruye los colegios emblemáticos, sino que a nivel global le asigna aproximadamente 50 puntos más en promedio a los colegios particulares pagados, versus lo que le da a los alumnos, insisto, con el mismo ranking, en otro colegio.
La “noble” y “caritativa” idea del ranking no es más que un mito perverso y el inicio de una nueva forma de segregación,que afectará a toda la educación pública, con especial cizaña a los mejores colegios de ese sector, sacándolos del juego. Toda una tranquilidad para aquellos que siempre se han incomodado de tener a los rotos mezclados con sus niños.
(*) Texto publicado en El Quinto Poder.cl