No estamos ad portas de la revolución, por más que haya sujetos que la anhelen y se inflamen con tal pasión deseándola u otros, pensando que está cercana, la teman, la odien y lo pregonen. Es impresionante leer a cada rato los titulares de los diarios hace más de 2 meses anunciando que estamos en recesión. Obviamente vamos a estar en recesión si todos creemos que lo estamos. Son profecías de desgracias autocumplidas.
Estimados lectores: ruego que me disculpen por esta columna. Estudiando el examen de grado de Derecho, me vienen ciertas dudas e iluminaciones acerca de la contingencia que quiero compartir con ustedes.
1.- Cuidado con la dialéctica de la ideología: hay sujetos de ambos lados empeñados en que haya lucha dialéctica: buenos y malos, puros versus impuros, neoliberales versus marxistas. No estamos en los 60, 70 u 80. ¡Cuidado con la imaginación!
2.- La imaginación alimenta las pasiones y viceversa: quienes desean ardientemente la revolución y los cambios se excitan creándose castillos y pajas mentales con columnas de opinión y demases. Son como niños que se gritan con otros niños. También cuidado con la pasión del miedo. Esa gente miedosa –los que no quieren la revolución (revolución que, repito, está en sus cabezas)–, con su intransigencia y paranoia alimentan el juego ideológico de los termocéfalos.
[cita] No estamos ad portas de la revolución, por más que haya sujetos que la anhelen y se inflamen con tal pasión deseándola u otros, pensando que está cercana, la teman, la odien y lo pregonen. Es impresionante leer a cada rato los titulares de los diarios hace más de 2 meses anunciando que estamos en recesión. Obviamente vamos a estar en recesión si todos creemos que lo estamos. Son profecías de desgracias autocumplidas.[/cita]
No estamos ad portas de la revolución, por más que haya sujetos que la anhelen y se inflamen con tal pasión deseándola u otros, pensando que está cercana, la teman, la odien y lo pregonen.
Es impresionante leer a cada rato los titulares de los diarios hace más de 2 meses anunciando que estamos en recesión. Obviamente vamos a estar en recesión si todos creemos que lo estamos. Son profecías de desgracias autocumplidas.
Hago un llamado a ambos bandos a lo Juan Bautista chileno: conviértanse y hagan penitencia. Quédense piola. Les falta humildad. “Vivamos bien y los tiempos serán buenos. Nosotros somos los tiempos, y como seamos nosotros, así serán los tiempos”(San Agustín, Sermón 80, 8). Los profetas funestos de ambos lados no deben ser oídos.
3.- Se viene el gran quiebre conservador: ese pérfido concubinato entre liberalismo económico, riqueza social y conservadurismo moral está terminando. (Perdón que hable en términos ideológicos, que es lo más fácil y no quiero latear). Claramente el senador Manuel Jose Ossandón es un elemento disruptivo. Hace tiempo que no se veía en la escena política un conservador de verdad, que critique a la derecha cómoda, burguesa y católica. Que la gran burguesía católica, o sea católica o sea burguesa. Quizás en este tercer punto me pasé de purista e ideológico. Ruego me disculpen, haré penitencia.