¿Qué tiene que ver esto con un colegio? Que puede haber personas que, sea por lo que afirman o por cómo viven, no se adecuen al proyecto de una institución y esa institución, por lo mismo, tiene el derecho de no dejarlos entrar. No se trata un rechazo, sino de una auto-marginación del supuesto interesado, cosa que Dios acepta.
El problema de la selección en los colegios católicos ha llevado a algunos a crear la consigna “Dios no selecciona”, por lo que la selección sería inmoral, poco cristiana, etc. Una consigna así puede estirarse indefinidamente: “Dios no paga impuestos”, “Dios no toma Pepsi-Cola”, “Dios no lee novelas históricas”… La teología de la vía negativa da para mucho pero dice poco.
Sin embargo, se trata de algo más, de reclutar a Dios para una causa político-social, como si Dios fuera un gran social-demócrata en el Cielo siempre dispuesto a dar su auspicio a los pequeños social-demócratas de la tierra. Además de que reclutar a Dios para causas terrenas es delicado (no es que a Dios no le interese la político, es cosa de estudiar a Santa Juana de Arco), los argumentos teológicos han de dejarse para cuestiones teológicas. Las cuestiones ideológico-político-sociales tienen que resolverse con sus propios argumentos.
La consigna “Dios no selecciona” implica un enorme error de perspectiva (que se entiende dada la deficiente formación filosófica y teológica de nuestra época). Para empezar, el acto creador de Dios implica una selección muchísimo mayor de la que sería capaz cualquier ser humano: de entre todos los mundos y personas posibles, que son infinitos, Dios eligió –seleccionó– nuestro universo con sus criaturas particulares. Los demás mundos y personas posibles ni siquiera fueron llamados a la existencia.
Además, dentro de nuestro mundo Dios también selecciona: elige a un pueblo para que sea su pueblo y sólo por ese pueblo serán salvados los demás. Le habla directamente a unas personas y no a otras. De todos los momentos históricos posibles, selecciona uno en particular para encarnarse; de entre todas las mujeres, elige una para que sea su madre y de entre todos los hombres a uno para que sea su padre putativo. De entre todos los judíos de su época, elige a setenta y dos para que sean sus discípulos, de esos selecciona a doce para que sean sus apóstoles y de entre ellos a tres para que sean testigos de su transfiguración y agonía. En fin, queda claro que Dios sí selecciona, lo cual no implica nada para la selección escolar.
¿Qué se quiere decir cuándo se dice que Dios no selecciona? Seguramente que Dios quiere que todos se salven, que no rechaza a nadie que se acerca a Él, etc. Sin embargo, y esto sí puede dar una pequeña clave para hablar de selección escolar, si bien Dios no rechaza a nadie, algunos pueden rechazar a Dios mediante su conducta o creencias. Dios no selecciona al modo de una predestinación de tipo calvinista, pero tampoco se impone a nadie que no lo quiera. ¿Qué tiene que ver esto con un colegio? Que puede haber personas que, sea por lo que afirman o por cómo viven, no se adecuen al proyecto de una institución y esa institución, por lo mismo, tiene el derecho de no dejarlos entrar. No se trata un rechazo, sino de una auto-marginación del supuesto interesado, cosa que Dios acepta.