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«Ya no basta con rezar»

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«¿Es que Dios no ha muerto aún, ni si quiera para los muralistas de la UMLEM? Vale la pena preguntarse si quienes sinceramente escribieron eso en el muro, o adhieren a ello, han rezado lo suficiente como para poder llegar a pronunciar con propiedad una consigna así».


La base de la pasarela que está frente a la universidad sirve como lienzo para los muralistas que buscan trasmitir su mensaje. El estilo de las UMLEM (Unidades muralistas luchador Ernesto Miranda) es reconocible y no varía mucho de un mural a otro, se nota que se ha creado escuela. Estos murales no son grandes obras de arte pero sí son bastante expresivos (rostros de ojos grandes, mucho color rojo, contraste, etc.).

Esta mañana, sin embargo, apareció una imagen distinta en la base de la pasarela: una reproducción del afiche de la película «Ya no basta con rezar» (Aldo Francia, 1972): un sacerdote, empuñando la mano izquierda y lanzando una piedra con la derecha, y en letras negras, la consigna que le da el nombre a la película (más de cuarenta años, que parece que pasan en vano: en Chile no hay mucha renovación política, en ningún sentido). Tiene su qué, el mensaje es directo: la universidad es una universidad católica.

Me llamó la atención la representación del sacerdote: con sotana y cuello romano. La costumbres han cambiado, pero la iconografía, no. Creo que es casi imposible que en sus vidas, los muralistas hayan visto por las calles a un sacerdote de carne y hueso vestido con sotana. Por de pronto, de los que hacen clases en la universidad ninguno usa sotana. Cuello romano, sí, pero tampoco todos van de riguroso negro. Hay alguno por ahí  que no lleva nada que señale su condición clerical.

En esto está la ironía, por supuesto. Los sacerdotes que andan de sotana, o al menos de traje y cuello romano, no tiran piedras, y si hay sacerdotes que tiran piedras (aunque desde antiguo los clérigos tienen prohibido empuñar las armas), esos no suelen andar de sotana ni usar el cuello romano. Es más, probablemente si hubiera algún sacerdote dedicado a tirar piedras, probablemente no podría ser reconocido como tal por su indumentaria externa: inútil, entonces, como modelo para un muralista que quiera interpelar a la Iglesia.

Más allá de la imagen, queda la consigna. ¿Querrán decir que a pesar de todo, de lo demás, hay que seguir rezando todavía? ¿Es que Dios no ha muerto aún, ni si quiera para los muralistas de la UMLEM? Vale la pena preguntarse si quienes sinceramente escribieron eso en el muro, o adhieren a ello, han rezado lo suficiente como para poder llegar a pronunciar con propiedad una consigna así. La gente que conozco que reza, reconoce que reza demasiado poco como para poder decir que ese recurso está agotado. (Y si alguien se ha encontrado alguna vez con un alma de oración, sabrá que su mirada a la realidad es mucho más profunda y certera que la que pueda ser expresada en cualquier consigna.) Pero sólo quería referirme a un mural visto en la oscuridad de esta mañana.

>>Vea el posteo original>>

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