nuestro deber al negociar el salario dar todas las razones necesarias para convencer al otro de lo que nosotros estamos convencidos. No es tarea fácil, por ello requiere de nuestras habilidades de negociación, de persuasión y comunicación.
Uno de los momentos más difíciles a la hora de negociar con nuestros nuevos jefes es debatir sobre nuestro salario. Claramente es una situación especial ya que la persona cree que su trabajo vale más y es aquí donde comienza la negociación, la que suele suceder dentro de un proceso de reclutamiento o ya trabajando dentro de una organización. Sin perder de vista cifras de algunas encuestas, la gente define que para sentirse felices y comprometidos en su trabajo se debe tener un buen sueldo y beneficios económicos, tal como lo refleja la encuesta Chilescopio de 2013, donde el 79% de los consultados considera altamente importante este último punto.
Ante esta situación, se deben tener claros algunos tips para lograr que su negociación salarial sea lo más exitosa posible. En primer lugar, se debe tener poder de persuasión, saber influenciar y convencer a los demás y a la persona con la cual negociamos, tarea que no es sencilla y mucho menos cuando de eso depende un aumento de salario. Esto significa básicamente hacerlo en el momento y lugar adecuado. Lógicamente no debemos ser descortés pero tampoco ser sumisos, ya que nunca los extremos son buenos. Está comprobado que influenciar efectivamente genera mayores resultados, por lo que debemos persuadir de la mejor manera a la persona que tenemos enfrente: enfatizar los puntos en común, elogiar a la organización, como en toda negociación, dar algo a cambio, estar abierto a las sugerencias. Debemos ser los mejores comunicadores.
Por otro lado, hay que ser buen estratega, ya que se debe analizar la situación de la organización y entender si tienen recursos necesarios o no para ese tan merecido aumento. Es importante no solo ver “puertas adentro” de la organización, sino que también analizar cómo está el mercado laboral y el salario que pagan por tu misma posición en otra empresa. Este análisis es muy importante para entender que la solicitud de negociación parte de un racional en base a información real, por lo que debemos ser muy empáticos con el bien común de la compañía cuando estemos en la negociación.
Otro punto relevante es establecer objetivos claros. Se debe entender y tener claro cuáles son tus aspiraciones salariales, ya que al momento de comenzar la reunión hay que ser directo y no dar vueltas, se debe estar seguro durante toda la negociación. Esto hará más genuino nuestra solicitud. Según la misma encuesta de Chilescopio, el 40% de la gente está muy satisfecha con su salario, por lo cual debemos entender que estas charlas en muchos casos no son muy bien recibidas y por ende debemos ser concreto con las justificaciones y racionales para argumentar nuestro aumento de salario. Es súper necesario prepararse previamente a la negociación, y hasta poder practicar la misma.
También es importante asesorarse sobre las políticas, ya que está claro que nuestra negociación salarial estará dentro de los parámetros que tiene la política de remuneraciones y compensaciones para cada puesto laboral. Por ello, debemos conocer lo máximo que podamos sobre la información salarial. Lógicamente también entender lo que está pagando el mercado. Sin esta información probablemente nos estemos “tirando a la piscina” sin agua. Este punto es muy importante ya que si sabemos que la empresa no otorga incrementos fuera de sus revisiones salariales anuales, estaremos perdiendo tiempo.
Finalmente, hay que demostrar nuestras habilidades y logros, es fundamental tenerlos claros y así poder transmitirlos, esto es el valor agregado a la organización que nosotros estamos dando. Esto debería responder la siguiente pregunta: ¿Por qué la empresa debería invertir más dinero en mí?” Aquí es donde debemos respaldar nuestro desempeño con resultados, de esta forma tenemos más argumentos al momento de la negociación. Es nuestro deber al negociar el salario dar todas las razones necesarias para convencer al otro de lo que nosotros estamos convencidos. No es tarea fácil, por ello requiere de nuestras habilidades de negociación, de persuasión y comunicación. ¿Y tú, estás preparado para pedir un aumenyo?