Opinión
Hasta ahora, el ex Mandatario no parece ser el factor de unidad del bloque PS-PPD, por el contrario, su insistencia en la designación cupular instaló un debate público que puso arriba de la mesa las diferencias. Seamos francos, lo que está haciendo Lagos es poner el énfasis en su figura y no en la plataforma programática. ¿No sería más lógico haber forzado a los partidos a pronunciarse acerca de tres o cuatro ejes centrales que resumieran una propuesta al país? Su problema es que está jugando contra el tiempo y con los bonos a la baja.
Creo que jamás se imaginó Ricardo Lagos que su doble militancia podría terminar por generar una tensión tan fuerte entre estas dos sensibilidades, las dos almas que el ex Mandatario ha intentado mantener en un cada vez más difícil equilibrio.
El PS y el PPD están hoy en posiciones muy distantes. El primero, desgarrándose entre ser fiel y leal a un Gobierno que perdió la sintonía con la gente, y el retomar una agenda que vuelva a encantar y tocar las fibras de sus militantes. El Partido por la Democracia, por su parte, ha sufrido en 2016 una de sus peores crisis desde su fundación. Golpeados por la renuncia de uno de sus personajes emblemáticos, Pepe Auth, sumada a las amenazas de otros como Jiménez, Campos y Harboe de seguir la misma ruta.
Sin embargo, la vinculación con SQM no solo le propinó una dura derrota a Carolina Tohá, sino que además dejó en evidencia a un partido que otrora gozó del estatus de progresista y moderno y hoy se comporta como el más tradicional de todos. Diferencias que generan tensión al interior de estos partidos y entre ellos. Y Ricardo Lagos en medio, tratando de dar una señal de unidad, donde no la hay.
La recepción que tuvo el ex Jefe de Estado en el Comité Central del PS y en la Directiva Nacional Ampliada del PPD fue muy contrastante. Las inéditas pifias que recibió en la colectividad presidida por una dolida Isabel Allende, terminaron por superponerse a los aplausos y ovación cerrada que se expresó en la tienda de Girardi. Lagos habló firme en ambos encuentros, pero no de su programa ni las ideas con que le gustaría regresar a La Moneda, su foco estuvo en los tiempos que visualiza como necesarios para desplegar su campaña.
El ex Presidente está haciendo una apuesta por ser el abanderado de ambas colectividades lo antes posible. Esto le ayudaría, por un lado, a despejar el camino de otros contendores –especialmente de Insulza– y también le daría la posibilidad de subir en las encuestas, considerando el respaldo de los dos partidos.
Lagos utiliza un argumento simple para justificar esta suerte de ansiedad que proyecta: mientras antes se defina el candidato común del antiguo bloque progresista, más posibilidades tendrá de ganar las primarias del conglomerado oficialista. El único doble militante de Chile cree que hay que ahorrar energía –y recursos, por cierto– y evitar una “primaria de la primaria”.
Pero en el PS no comparten su tesis y ya anunciaron que tendrán primarias recién el 23 de abril. Una señal que se acomoda más a los intereses de José Miguel Insulza, quien requiere de tiempo para ver si es capaz de levantar vuelo.
En el PPD el pragmatismo es mayor y están dispuestos a proclamar a Ricardo Lagos pese a la oposición inicial que tuvo el socio controlador del partido –de acuerdo a Auth–, Guido Girardi. En el partido saben que la figura del ex gobernante les podría ayudar a mejorar su alicaída imagen y les aportaría un factor de unidad en un momento de clara debilidad. Además, la agenda que ha planteado Lagos parece sintonizar más con ese discurso perdido, que en su momento logró posicionar al PPD como progresista en materia ambiental y de las libertades civiles y sociales.
[cita tipo= «destaque»]Lagos utiliza un argumento simple para justificar esta suerte de ansiedad que proyecta: mientras antes se defina el candidato común del antiguo bloque progresista, más posibilidades tendrá de ganar las primarias del conglomerado oficialista. El único doble militante de Chile cree que hay que ahorrar energía –y recursos, por cierto– y evitar una “primaria de la primaria”.[/cita]
Hasta ahora, el ex Mandatario no parece ser el factor de unidad del bloque PS-PPD, por el contrario, su insistencia en la designación cupular instaló un debate público que puso arriba de la mesa las diferencias. Seamos francos, lo que está haciendo Lagos es poner el énfasis en su figura y no en la plataforma programática. ¿No sería más lógico haber forzado a los partidos a pronunciarse acerca de tres o cuatro ejes centrales que resumieran una propuesta al país?
Su problema es que está jugando contra el tiempo y con los bonos a la baja. En el PPD la apuesta es de bajo riesgo. En el PS, en cambio, parecen estar prefiriendo diversificar las fichas. En una de esas, la figura de Isabel Allende puede volver a aflorar en caso de que Lagos e Insulza sigan cotizando a menos de 5%. Los resultados de la encuesta CEP pueden marcar un giro y sumar nuevos rostros a la contienda presidencial, pero, de seguro, podría significar un duro golpe para Lagos. Tal vez, el momento de que las dos almas del ex Presidente terminen dividiéndose por completo.
