A veces creemos de forma muy ingenua que lo que acontece hoy en el Planeta es, dicho a la nietzscheana, un “así y un amén”, un “fatum”, un destino inexorable que hay que realizar cueste lo que cueste; pero en el fondo creemos que no se puede cambiar nada (el mito de Sísifo sigue operando en la actualidad). Ante semejante sabiduría “nihilista” lo mejor es tomar la “píldora azul” de la vida pre-reflexiva y estúpida de The Matrix y de esta manera todo sigue siendo tal como lo “queremos” que sea (nuestro deseo está totalmente capturado por el sistema). Bueno yo creo que hay que demoler completamente esta ideología, porque es una ideología diseñada para que actúe así; todo se manifiesta como naturalmente siendo de tal manera determinada y que no se puede transformar. Sin embargo, lo que es, en lo que vivimos y lo que nos subjetiva de forma inmediata, no es que solamente sea una construcción técnica socio-histórica, sino que además la podemos cambiar desde dentro mismo en la medida que seamos capaces de ir diseñando ideas que vayan abriendo nuevas lógicas “en” una lógica gastada e imperante que nos domina: el Capitalismo militarizado. Un capitalismo que se expande a través de las crisis (Friedman dixit) y por eso las promueve con ansias neurótica.
Por dar un ejemplo, el caso de ISIS ya es por todos sabido que funciona explícitamente en la era actual capitalista; en otro momento sería imposible. Es un buen invento capitalista generado por la toma de decisiones nefastas de la hegemonía capitalista mundial: USA-Rusia-China-Francia-Arabia Saudí, etc.; decisiones horrorosas sobre miles de personas. Estas formaciones capitalistas han buscado valor de cambio en todo el Planeta a costa de lo que sea (empezando por la destrucción de la dignidad del otro en su diferencia). Y esto va a generar nuevos atentados en Europa (y en otras partes) y, en especial, en Paris. Con esto Le Pen estará feliz y su Frente Nacional, pues pueden llegar al poder. Y de similar forma piensan todas las ultraderechas europeas: Amanecer Dorado en Grecia, Liga Norte en Italia, Geert Wilders en Holanda, Alternativa para Alemania, Partido de la Libertad de Austria, etc. Hasta el PP español saca alegres cuentas para perpetuarse aunque su Gobierno sea uno de los más limitados de los últimos tiempos. Y lo mismo Putin, el zar ruso de ultraderechas por excelencia, lo único que busca es acumular capital al precio que sea. Y los turcos, se mueven en parecida lógica. Y UK ya estaba en eso durante años torpedeando desde dentro a Europa (Boris Johnson lo logró con el Brexit). Pues si se cargan a la EU, con su sociedad del bienestar y la diferencia, lo han logrado, esto es, el advenimiento del muy buen negocio del capitalismo militarizado.
[cita tipo= «destaque»]Hoy, y es un hecho indiscutible como lo he señalado, vivimos en la era planetaria del capitalismo y este sobrevuela, como la Estrella de la Muerte, sobre todo territorio posible, desde el territorio empírico bien concreto (Siria, es un buen caso, está completamente destruida por los voraces capitalistas) al territorio virtual más innovador (la Bolsa que se mueve con una dinámica vertiginosa en y por el negocio de la transacción) pasando por el territorio inconsciente en su desear más radical (un ciudadano que vota por la ultraderecha aunque ésta atente radicalmente contra los principios de ese votante y esto está sucediendo en distintas elecciones: desde Chile a UK, pasando por USA)[/cita]
Hoy, y es un hecho indiscutible como lo he señalado, vivimos en la era planetaria del capitalismo y este sobrevuela, como la Estrella de la Muerte, sobre todo territorio posible, desde el territorio empírico bien concreto (Siria, es un buen caso, está completamente destruida por los voraces capitalistas) al territorio virtual más innovador (la Bolsa que se mueve con una dinámica vertiginosa en y por el negocio de la transacción) pasando por el territorio inconsciente en su desear más radical (un ciudadano que vota por la ultraderecha aunque ésta atente radicalmente contra los principios de ese votante y esto está sucediendo en distintas elecciones: desde Chile a UK, pasando por USA), pero incluso en esta era totalitaria se puede ser revolucionario. Y de hecho es posible serlo y se está siendo revolucionario en distintos lugares. Por eso muchos pensadores de la Teoría Crítica actual (Zizek, Toscano, Jameson, etc.), con cierta lectura “maliciosa” de un Hegel maduro han transcrito sus categorías fundamentales (ser-esencia-concepto) a nuestros urgentes desafíos ciudadanos. Y así nos permite volver a un punto clave de inflexión desde dónde podamos tomar otras decisiones que nos posibiliten diseñar otro mundo; uno más cooperativo, colaborativo donde el valor de cambio también puede dar paso al valor existencial.
Y no podemos olvidar que cuando no había escapatoria alguna y la Segunda Internacional se hundía con todo en 1914 y fracasaba estrepitosamente el proyecto de lo que debía ser cada uno de nosotros como agentes ciudadanos, porque en el fondo los trabajadores asumieron esa Guerra capitalista como suya, Lenin, con una profunda depresión, en Berna realizó lo imposible: Leer entre líneas la Ciencia de la lógica de Hegel (la obra monumental de Hegel de 1812-13-16 y 32, la que había leído Marx y le permito escribir El capital de 1867). Leer a Hegel contra todo lo que se decía de Hegel (la famosa e infantil inversión de Hegel “panlogicista” tan cara a Feuerbach que dura hasta nuestros tiempos), pues para Lenin se tenía que refundar toda la izquierda, porque tales categorías eran las que habían equivocado radicalmente en su diagnóstico de la realidad, tal como ocurre hoy en todas partes (en que la subjetivación se ha vuelto casi constitutiva desde el capitalismo) y esas precisas categorías se habían hecho trizas y se tenían que repensar desde sus orígenes. Y en esta lectura totalmente renovada y telúrica de Lenin, en torno a Hegel, se fraguó la Revolución. La lectura de Lenin de Hegel fue en sí mismo las condiciones de un Acontecimiento en 1917.
Por eso hoy volvemos junto a Hegel, a casi 100 años de la otra lectura, a pensar y crear nuevas lógicas que permitirán abrir las posibilidades para que acontezca una revolución entre todos nosotros y a la altura de los tiempos. Porque las Ideas, parafraseando a Rimbaud, riman con la acción. Mi nuevo libro “Hegel y las nuevas lógicas del mundo y del estado. ¿Cómo se es revolucionario hoy?” (con Prólogo de Zizek y editado en la prestigiosa editorial Akal, 2016) es el libro que no escribió Lenin; es el Libro que le declara la guerra al Capitalismo, pero con una democracia fortalecida; una que pasa por cada uno de nosotros, en donde ya dejamos de ser zombis y clientes y nos volvemos radicalmente en ciudadanos politizados.