Después del terremoto de 1960 y de los grandes incendios, que asolaron el sur del país la primera mitad del siglo XX, se realizó por primera vez en Chile un completo estudio de los suelos y se ordenó y clasificó gran parte del territorio nacional, de acuerdo a la vocación natural de los suelos.
Ese fue el «Proyecto Aerofotogramétrico» financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo-BID, lamentablemente nunca se aplicaron las clasificaciones de este estudio al ordenamiento del territorio y los paisajes, que era una de sus principales finalidades.
El Estado no quiso intervenir y dejó al mercado regular el uso de la tierra, al igual como ha ocurrido con nuestras ciudades, que crecen en forma espontánea, con escasa planificación. Los resultados están a la vista con los catastróficos incendios forestales.
Sería esta la gran oportunidad de retomar esta iniciativa, hay que actualizar el Proyecto Aerofogrametrico, aprovechando las nuevas tecnologías y ordenar el paisaje partiendo por respetar la vocación natural de los suelos, tanto los agrícolas, los suelos ganaderos y los suelos de producción y protección forestal, además de definir zonas turísticas, de uso urbano y de infraestructura.
Si se hubiesen respetados los diferentes usos del suelo esta tragedia se podría haber evitado o reducido importantemente, ya que no habríamos creado extensas y homogéneas superficies de plantaciones de altas densidades, se habría creado naturalmente un mosaico de distintos usos del suelo en el paisaje.
[cita tipo=»destaque»] En los suelos forestales actuales sería posible determinar las mejores especies para cada sector y tipo de suelo, exóticas y nativas, sus densidades más apropiadas, sus sistemas de manejo, de poda, raleo y cosecha. Orientado de esta forma al productor y asegurando una mayor protección y prevención contra los grandes incendios y contra las sequías, ya que se podrán definir cuencas críticas para la conservación y abastecimiento del agua.[/cita]
Un nuevo plan de ordenamiento del territorio y uso de sus suelos, ahora puede hacerse con mucho más detalle y actualizarse en forma periódica, sin grandes gastos para el Estado, ya que imágenes satelitales son gratis (Google earth), no hay que contratar costoso vuelos aerofotogrametricos y complejos estudios de las imágenes, como se hizo en 1960. Pero ahora hay que agregar la participación de la población local.
En los suelos forestales actuales sería posible determinar las mejores especies para cada sector y tipo de suelo, exóticas y nativas, sus densidades más apropiadas, sus sistemas de manejo, de poda, raleo y cosecha. Orientado de esta forma al productor y asegurando una mayor protección y prevención contra los grandes incendios y contra las sequías, ya que se podrán definir cuencas críticas para la conservación y abastecimiento del agua.
Por otra parte un ordenamiento del paisaje o territorio, basado en la vocación natural de los suelos, favorecerá la creación de paisajes más ricos y diversos estimulando el desarrollo del turismo y la Conservación de la biodiversidad.
Desaprovechar la oportunidad de que el Estado planifique el uso del territorio, usando diferentes instrumentos e incentivos, nos llevará tarde o temprano a otro evento similar en 50 ó 60 años más o quizás antes, en 10 años más o menos, cuando seamos víctimas de otros grandes incendios o sequías, inducidas por el Cambio Climático, del cual ya tuvimos una trágica evidencia.