Señor Director:
A dos años de iniciado el proceso de discusión del proyecto de ley que busca despenalizar el aborto en tres causales, se inicia la fase de discusión en el Senado, donde hoy se pospuso nuevamente el debate. Este proyecto permite evidenciar las deudas que tiene Chile con los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Hemos visto cómo los debates en torno al aborto se desarrollan en base a una moral conservadora que no solamente cuestiona la capacidad de las mujeres de decidir sobre sus cuerpos y sus vidas, sino que también las anula e invalida.
Hemos sido testigos de cómo se legisla y se toman decisiones en base a criterios morales e intereses personales, y no pensando en todas aquellas mujeres que deben cargar con un embarazo no deseado o que no es viable. Porque también hemos sido testigos de cómo se nos arrebatan nuestros derechos, se minimizan nuestras demandas y se menosprecia y violenta cotidianamente en todas las esferas de nuestra vida.
En este sentido, la necesidad de despenalizar el aborto en tres causales no solo responde exclusivamente a un tema de salud pública, sino que también va de la mano con la necesidad y urgencia de construir instituciones y una sociedad que no castiguen ni amedrenten a las mujeres por decidir sobre sí mismas. Porque a través de este proyecto de ley se puede iniciar un proceso en el que podamos vivir nuestras vidas de manera más libre, sin las ataduras ni cuestionamientos morales y legales con los que tenemos que cargar día a día y para que de una buena vez se legisle en base a nuestros derechos fundamentales y no a las creencias de unos pocos.
Gael Yeomans, Vocera del Frente Amplio
