La derecha quijotesca
El entrañable Quijote de la Mancha sostenía fuertes batallas contra molinos de viento pensando que eran enemigos gigantes, y construía así una buena parte de su imaginario personal, viviendo una constante lucha contra algo inexistente. En la derecha ocurre algo bastante similar, planteando su fuerte oposición a aquellos que por ejemplo, buscan una sociedad 100 % igualitaria, o ante los que defienden a Nicolás Maduro. Los primeros no existen y los segundos son muy pocos. Pero para englobar varios molinos en uno sólo, han establecido que todas estas son posturas muy “ideológicas”, pero ojo, no de izquierda, sino que ideológicas a secas.
“Ese planteamiento es muy ideológico”, “estamos en contra de políticas públicas ideologizadas”, “la cuestión ideológica no le interesa a la gente” “tu pregunta es muy ideológica” ¿Le suena familiar? Si es que lee o escucha regularmente las declaraciones de personeros de “Chile Vamos”, o a ciertos pensadores de ese sector, sin duda que ha sido testigo de esa afirmación que repiten como si de un mantra se tratara. Y en contraposición, le ofrecen a Chile soluciones de “sentido común”, del orden natural, de un tecnicismo matemático nunca antes visto en las ciencias sociales o en la política mundial; porque es esa, precisamente, la batalla comunicacional que está librando “Chile Vamos” contra cualquier fuerza política que no represente sus ideas conservadoras.
Con la complicidad de una buena parte de la sociedad, los políticos, los medios de comunicación y la ciudadanía, que impávidamente observó esta estrategia, han logrado establecer de manera bastante eficiente una falacia repetida ya tantas veces que parece verdad: la ideología de neoliberalismo extremo que plantea Chile Vamos no es ideología; estar en contra de las AFP es ideológico, pero estar a favor es técnico; querer tener educación pública es ideológico, pero mantener un sistema de castas en el aula es algo lógico, de sentido común. Incluso, y esto llega a ser irrisorio, hemos aceptado y naturalizado que la UDI tenga la patudez de considerarse un partido de centro derecha.
Para rematar, hace poco el candidato Sebastián Piñera manifestó que “el frente amplio manifiesta un camino de extremismo”, con lo que podemos observar nuevamente que la categorización de ideología o de extremo político la instalan sólo en la izquierda, como si en la derecha no existiera el extremo, aludiendo a un absurdo de que lo más de derecha sigue siendo la centro derecha. Y Piñera lo dice con una soltura de cuerpo insólita, como si sus socios de la UDI fueran un grupo de moderados, y no un partido que abraza la más extrema ideología neoliberal en lo económico, mezclado con un conservadurismo valórico digno de la década del 50…del 1850 para ser más precisos.
[cita tipo=»destaque»] Cuando una coalición política es liderada por un partido de extrema derecha como la UDI, para ganar elecciones se ve obligada a esconder su verdadera visión de país, negando su propia ideología y reduciendo las propuestas a la letra chica de un programa, para salir a la cancha política no a hablar de lo que quieren del país, sino que de lo que no quieren, y para ello qué mejor ejemplo que Venezuela. Da lo mismo que desde ningún punto de vista estemos tomando un camino siquiera similar a lo que ocurre allá. Eso es secundario, lo importante es crear miedo[/cita]
Cuando una coalición política es liderada por un partido de extrema derecha como la UDI, para ganar elecciones se ve obligada a esconder su verdadera visión de país, negando su propia ideología y reduciendo las propuestas a la letra chica de un programa, para salir a la cancha política no a hablar de lo que quieren del país, sino que de lo que no quieren, y para ello qué mejor ejemplo que Venezuela. Da lo mismo que desde ningún punto de vista estemos tomando un camino siquiera similar a lo que ocurre allá. Eso es secundario, lo importante es crear miedo.
Por eso es que en vez de escuchar sus propuestas de mantención del modelo que impusieron ellos mismos por las armas, terminamos escuchando hasta el cansancio todo lo relacionado con Venezuela, Nicolás Maduro, los igualitaristas extremos y esa cosa loca de la ideología política que según ellos es propiedad exclusiva de la izquierda. Y eso lo hacen con la misma fuerza, perseverancia y convicción, que Don Quijote peleando contra un molino de viento.
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