Señor Director:
Trabajamos cada día con niños, niñas, adolescentes y sus familias, tanto en el sistema público como en el privado, especialmente con los que son o alguna vez fueron niños maltratados o víctimas de violencia y trauma. Semanalmente somos testigo de vulneraciones graves a sus derechos y de cómo el sistema los desampara. Nos llena de frustración e impotencia ver como los organismos de protección llegan muy tarde, cuando el daño es profundo y prácticamente irreparable.
El trauma psíquico que genera la exposición crónica a negligencia, violencia y distintos tipos de abuso en la infancia es gravísimo, no sólo para los individuos que lo viven, sino también para sus familias y la sociedad en su conjunto.
Lamentablemente la evidencia científica es cada vez más categórica en mostrar que los adultos que fueron víctimas de violencia y maltrato infantil se suicidan más, mueren antes, tienen una peor salud física y mental, tienen relaciones familiares y de pareja más conflictivas, mayor criminalidad, menor desarrollo laboral, mayor uso de recursos del sistema de salud, mayor desempleo y mayor ausentismo laboral. No en vano la editorial de la revista Lancet Public Health de junio de este año titulaba: «Trauma en la infancia: ¿el mayor desafío en salud pública de la psiquiatría?». Frente a esta realidad, constatamos día a día que el sistema actual se demora AÑOS en reaccionar, mientras los niños crecen y se intensifica el daño. Es indispensable que como sociedad tomemos conciencia del inconmensurable costo que tiene para todos no hacernos cargo del sistema de protección a la infancia en Chile y ofrecer a nuestros niños servicios de calidad en prevención, mitigación, respuesta y recuperación frente a la violencia y el maltrato.
Dra. Nicole Vásquez
Dr. Rodrigo Figueroa
Dra. Catalina Castaño
Unidad de Trauma y Disociación,
Departamento de Psiquiatría UC
Hospital Sótero del Río
