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La satanización de un sector productivo

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Por: Juan Carlos González Vergara, presidente Capitanes de Pesca región del Biobío


Señor Director:

El señor Fernando González publicó su opinión en la columna «Por qué pescar al presidente de la CPC que pontifica sobre la Ley de Pesca«.

Es un escrito que lejos de ser interesante o informativo resulta repetitivo en la idea de satanizar un sector productivo reiterando los mismos eslóganes que una empresa de capitales extranjeros instaló hace un tiempo con la única idea de licitar la extracción de los recursos pesqueros naturales del país. No es de extrañar los comentarios intencionados hacia este propósito, sin embargo en sus nobles intenciones de que Chile aumente su consumo per cápita de productos marinos obvia algunos datos de relevante importancia y que es necesario aclararle para que en su calidad de «opinólogo» de temas pesqueros lo haga con más acierto:

La participación porcentual de los recursos pesqueros descansa en un 56% en manos del sector artesanal derechos delegados a perpetuidad en manos de los actuales tenedores de estos y heredables a todas las generaciones familiares futuras de esas afortunadas familias, que no son más que el 10% de todos los pescadores artesanales del país. El 90% restante de los pescadores artesanales son “obreros” de ese 10% y trabajan sin seguridad y protección social. Pone como ejemplo a Japón, Perú, China y otras naciones pesqueras del mundo ¿es también así en esos países?

De las especies colapsadas, según el comentario en la citada columna, la mayoría son de usufructo exclusivo del sector artesanal, así que malamente la pesca industrial tiene responsabilidad sobre ese colapso. De las que se comparten como la sardina anchoveta el 80% es del sector artesanal, el recurso loco es de exclusividad del sector artesanal, de la merluza común el 40% correspondiente a 8.000 ton. es del sector artesanal donde en forma ilegal se pescan más de 60.000 toneladas , que son comercializadas en el mercado común informal del país.

Respecto del bajo consumo, es necesario informarse que a través de las caletas pesqueras artesanales del país existe una inmensa oferta gastronómica, del cual todos los chilenos hacemos usufructo en tiempo de trabajo, ocio y vacaciones consumiendo de esta manera gran parte del 56% de los productos que están en manos de este sector a perpetuidad. Eso de que la oferta no está, es falso, existe y todos hacemos uso de ella a nuestra entera voluntad , que no tengamos cultura de comer pescado en forma sana es otra cosa, ya que no es lo mismo comerse un pescado frito con batido de harina y huevo, a comerse el mismo pescado a la plancha o al vapor, los resultados en la salud son totalmente distintos, pero eso es tema de una nutricionista.

Respecto del bien común, es el de todos, no “mi bien común”, en este sentido se trata de equilibrar los interés cediendo muchas veces en beneficio de lograr una buena distribución en forma integral de bienes, servicios y patrimonio. Claramente en la última modificación de la ley donde la jibia, cuya extracción es en un 80% del sector artesanal, y es administrada por tres coordinadoras a nivel nacional, se impuso una sola forma de extraerla. Esa forma va contra la salud laboral de los trabajadores , no podemos entonces decir que se impuso el “bien común”, ya que discursos que esto beneficiaria a 80.000 pescadores artesanales están lejos de la verdad y la realidad, y lo peor están lejos de los intereses del país ya que la jibia es un depredador-problema a nivel mundial y será administrada por la Organización Regional de Pesca del Pacífico Sur el próximo año y la cuota nacional será asignada por historia, y nuestra historia representa el 2% del mercado mundial.

Llamo a tener un poco más de reserva al compararse con países como Japón, Perú, Noruega o China, son países que pescan ballenas, que tienen liberada la cuota de jurel. China subsidia su gran flota pesquera que opera sobre aguas internacionales casi sin control y restricción sobre lo que extrae.

Recordar también que las recomendaciones de FAO ante la Ley de Pesca, son fortalecer los derechos de los pescadores ratificando el acuerdo internacional de OIT 188, que tiene directa relación con la expresión social del manejo de los recursos pesqueros, fortaleciendo la Responsabilidad Social Empresarial. Eso es nuestra lucha y defensa como trabajadores, sobre derechos ganados en más de 50 años de lucha sindical, lejos de la precarización y la informalidad laboral casi en el límite de la esclavitud, que ha venido creciendo a medida que la ley va cediendo derechos sobre el sector artesanal.

Juan Carlos González Vergara
Presidente Capitanes de Pesca Región del Biobío

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