Señor Director:
Sin duda que, los cortesanos de Gobierno no tuvieron la valentía moral, para decirle al Presidente Piñera que sería moralmente muy criticado si integraba a sus hijos en la delegación a China, y además, que era una pésima señal debido a que, con justa razón, se piensa que sus negocios es la principal y única razón por la que ha aspirado a la Presidencia de la República.
La verdad es que, los cortesanos o quienes disfrutan de los exquisitos beneficios del poder, por temor a las consecuencias no le dicen la verdad a su jefe, en especial estando en frente a jefes con mucho personalismo o autoridad.
En la historia hay muchos líderes que se han rodeado de cortesanos, los que algunos, incluso por ello, perdieron la cabeza y otros el poder, como Pinochet, a quién hasta el último minuto le aseguraban que ganaría las elecciones, impidiéndole reaccionar a tiempo para corregir sus errores; todo esto generado entre generales y civiles. Dentro de estos últimos hay un famoso alcalde, al que lo denominan como “el Camaleón”.
Respecto de los cortesanos, hay un dicho muy antiguo que dice: «Al final, los cortesanos terminan matando al Rey «.
Dr. Jaime Manuel Ojeda Torrent