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Si te roban datos, llámalo “cracker” y no hacker Opinión

Si te roban datos, llámalo “cracker” y no hacker

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Nicolás Silva
Por : Nicolás Silva Director de Tecnología de Asimov Consultores
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En comparación con el resto de los países, Chile no está ni por encima ni por debajo respecto a estándares de ciberseguridad. La mayoría de los ataques se produce por descuidos humanos más que por lógicas sofisticadas buscando una vulnerabilidad en un sistema. Por lo tanto, el mensaje clave aquí y en todos lados para mejorar los índices de ciberseguridad es uno solo: educar a los usuarios en el uso seguro de internet, de modo que no incurran en prácticas que pueden culminar en un delito cibernético de robos.


A 24 años del primer delito informático en Chile -que afectó a 1,2 millones de usuarios de una multitienda que vieron vulneraron sus datos- hoy la Brigada del Cibercrimen de la Policía de Investigaciones (PDI) revela cifras sorprendentes. Las denuncias por hackeos crecieron casi un 40% los últimos cuatro años, correspondiendo mayormente (73%) a sabotajes informáticos, protagonizados por cibercriminales que controlan celulares o servidores para obtener o alterar datos.

A estos deberíamos llamarlos delincuentes digitales o “crackers”, en vez de hackers. Este último es un profesional ético dedicado a buscar vulnerabilidades en los sistemas para reportarlos a entidades responsables, mientras que un “cracker” vulnera un sistema con el solo objetivo de cometer un delito.

[cita tipo=»destaque»]Es curioso, pero en cuanto a la materia, recién con miras al 2020, en Chile se tramita en el Congreso una ley que busca reemplazar la que está vigente desde 1993, insertando una nueva figura; la de “fraude informático” para que por fin tratemos el delito como “estafa”.[/cita]

Es importante educar a las personas respecto a ciberseguridad, sus actores claves y glosario. Cada día que pasa entregamos más información sobre nuestras vidas y debemos ser sensatos del autocuidado; asimismo, a empresas y al Estado les corresponde proteger nuestros datos.

Es curioso, pero en cuanto a la materia, recién con miras al 2020, en Chile se tramita en el Congreso una ley que busca reemplazar la que está vigente desde 1993, insertando una nueva figura; la de “fraude informático” para que por fin tratemos el delito como “estafa”.

Si bien, la Ley de Ciberseguridad no evitará que sigan ocurriendo ciberataques -ya que los crackers siempre tendrán el ingenio para encontrar nuevas vulnerabilidades- al menos, esta ley podrá desincentivarlos si es que las penas son más duras y se categorizan de acuerdo con los distintos tipos de ataques y su gravedad. Es muy distinto un ataque de denegación de servicios (dejar fuera de disponibilidad un sitio web por algunos minutos) a un robo masivo de tarjetas de crédito.

En comparación con el resto de los países, Chile no está ni por encima ni por debajo respecto a estándares de ciberseguridad. La mayoría de los ataques se produce por descuidos humanos más que por lógicas sofisticadas buscando una vulnerabilidad en un sistema. Por lo tanto, el mensaje clave aquí y en todos lados para mejorar los índices de ciberseguridad es uno solo: educar a los usuarios en el uso seguro de internet, de modo que no incurran en prácticas que pueden culminar en un delito cibernético de robos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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