Señor Director:
En lugar de eternizar la discusión sobre si debieran rebajarse a 40 o 41 horas las jornadas laborales, en una disputa que frente a los ciudadanos aparece como un auténtico diálogo de sordos, donde se confrontan posiciones ideológicas y de poder más que propuestas que busquen auténticamente dignificar el trabajo humano y la vida de los trabajadores, por qué no dejamos de lado esa conversación estéril, y en cambio hacemos un esfuerzo como país para aumentar a veinte días hábiles el feriado legal anual. Esa medida sí tendría un efecto positivo en la calidad de vida de los trabajadores y de sus familias y, por lo mismo, se inscribiría en la línea de la promoción del bien común, que es la tarea primordial que debe ocupar y comprometer a las autoridades y los representantes.
Gustavo Adolfo Cárdenas Ortega
Abogado
Comunicador Social
