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¿Por qué en Villa Alemana vota más gente en los presupuestos participativos que en las elecciones municipales? Opinión

¿Por qué en Villa Alemana vota más gente en los presupuestos participativos que en las elecciones municipales?

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Egon Montecinos
Por : Egon Montecinos Director Centro de Estudios Regionales, Universidad Austral de Chile
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Si Joaquín Lavín, Jorge Sharp o Daniel Jadue, alcaldes altamente mediáticos, hubiesen logrado realizar una consulta ciudadana, o una votación en presupuesto participativo donde participe más gente que la que participó en la última elección municipal, sería noticia nacional o quizás internacional (en todo caso merecidamente). Pues, el domingo recién pasado en el municipio de Villa Alemana sucedió que en una votación dominical para decidir 300 millones de pesos, votaron más personas que en la última elección municipal de esa comuna el año 2016 (29.202 personas).


El domingo 25 de Agosto en Villa Alemana votaron más de 32 mil personas para decidir los proyectos que se financiarán con 300 millones de pesos que dispuso el municipio, hecho que fue catalogado como “histórico” por el diario electrónico de la zona.

Si Joaquín Lavín, Jorge Sharp o Daniel Jadue, alcaldes altamente mediáticos, hubiesen logrado realizar una consulta ciudadana, o una votación en presupuesto participativo donde participe más gente que la que participó en la última elección municipal, sería noticia nacional o quizás internacional (en todo caso merecidamente). Pues, el domingo recién pasado en el municipio de Villa Alemana sucedió que en una votación dominical para decidir 300 millones de pesos, votaron más personas que en la última elección municipal de esa comuna el año 2016 (29.202 personas).

¿Por qué sucede este fenómeno? ¿Por qué no es noticia nacional?

Al igual que en experiencias similares como San Antonio y San Pedro de La Paz, Se combinan 3 factores para alcanzar estos exitosos resultados.

El primero es el empoderamiento y la alta capacidad técnica y compromiso de los profesionales y funcionarios municipales encargados de liderar el presupuesto participativo en dicho municipio. He sido testigo cómo los funcionarios municipales relacionados con la implementación de este mecanismo han estado permanentemente capacitándose, a lo menos desde hace 10 años en materias de participación ciudadana y particularmente en metodología de presupuesto participativo. Este factor resulta clave, no tan sólo para implementar un diseño inclusivo y participativo, sino que también para comprender que gran parte del éxito pasa por “acompañar el proceso” junto a la comunidad y no para “capturar a la comunidad” a través del proceso participativo.

El segundo factor se relaciona con el empoderamiento de la comunidad organizada. Este proceso no es una instancia donde participan 10 o 15 organizaciones, sino que lo hacen muchas y de diversa naturaleza. Los dirigentes sociales en diversas entrevistas, han manifestado que han ido ganando confianza en esta instancia participativa y poseen la capacidad de incidir en el diseño del presupuesto participativo, modificar sus reglas para hacerlo más inclusivo y menos excluyente y puedan beneficiarse muchas más organizaciones de las que habitualmente lo hacen. Se identifica en este aspecto una flexibilidad en el proceso para que incida la comunidad en las reglas del juego, lo cual ha sido esencial para mantener una activa participación de la sociedad civil, no tan solo en el momento de la votación, sino que también en el momento del diseño de las reglas del juego.

El tercer factor se relaciona con la voluntad política del gobernante por apoyar y dejar que la iniciativa tenga cierto grado de autonomía social, en el marco de las reglas del juego que permite la gestión municipal. La voluntad política se puede ver reflejada desde que un alcalde desea que el presupuesto participativo sea la interpretación de una ideología de profundización de la democracia, hasta representar una manera de fortalecer el vínculo de la municipalidad con la comunidad, independientemente de la concepción que tenga el gobernante de la democracia participativa.

La combinación de estos tres factores se ha ido consolidando y perfeccionando a lo largo de los 10 años de este mecanismo en el municipio de Villa Alemana, lo que ha llevado a consolidar una forma de decidir recursos de inversión a la comunidad y lograr estos llamativos resultados.

¿Por qué no es noticia nacional esta iniciativa? En momentos donde la democracia representativa se encuentra permanentemente cuestionada por la ciudadanía y los medios de comunicación, es contradictorio observar la poca cabida que tienen iniciativas como esta en medios de mayor cobertura nacional. Por desinformación de los medios de comunicación masivos y por la tendencia a mirar con más sospecha lo que se hace en regiones, se consolida más “lo negativo de la democracia municipal” que lo positivo. Como consecuencia, termina siendo anecdótico que se movilicen más personas para decidir 300 millones de pesos que para elegir autoridades locales. Por ejemplo, sería mucho más morboso y más vendible relatar que 300 millones de pesos tuvieron dudosa inversión en la comunidad y que contraloría “observó un proceso o monto”, que relatar que esos mismos recursos fueron decididos por 32 mil personas de manera transparente y participativa.

En paralelo se ha consolidado un elitismo y centralismo noticioso. Es sólo cuestión de imaginar cuanta cobertura tendría el caso de participación ciudadana de Villa Alemana si fuera un municipio de la región metropolitana, o tuviera de alcalde un líder nacional con aspiraciones presidenciales, sin duda que esta histórica votación, aparecería mucho más en medios de comunicación y sería recomendada para el resto de municipalidades por autoridades nacionales o líderes de opinión de matinales o noticieros centrales de medios de comunicación.

En fin, ojalá se puedan visibilizar más estas buenas iniciativas democráticas, más que mostrar alcaldes, mostrar procesos y funcionarios municipales diseñando mecanismos participativos y comunidades haciéndose cargo de la democracia participativa, podría servir de motivación a otros líderes y ciudadanos por participar de instancias similares que se impulsan en muchas comunas del país. Más vale gente decidiendo pocos montos de inversión municipal, que mucha gente aislada de los asuntos públicos locales.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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