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2019: balance y perspectivas para Chile y el “vecindario”

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Gabriel Gaspar
Por : Gabriel Gaspar Ex embajador de Chile y ex subsecretario de Defensa, FFAA y Guerra
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Una de las lecciones que ha dejado el 2019 en América Latina es que ha fracasado la fórmula de “presidentes – empresarios”.  Así surgió la candidatura de PPK (Pedro Pablo Kuczynski), de Macri, de Iván Duque y del propio Sebastián Piñera.  Pero el saldo ha sido negativo, porque la política requiere habilidades que van más allá de las habilidades de los negocios. 


1.  2019 culmina, con una crisis que amaina parcialmente, pero que está lejos de ser plenamente superada. Su motor -la desigualdad acumulada-  está activo, y su carburante –la pérdida de legitimidad de la elite- persiste.  También continúa la naturaleza múltiple de la crisis:  se da en las calles, en el Congreso, se expresa y remece a los medios, y qué decir de las redes sociales.

2.  Luego de dos meses, la crisis cambió completamente la agenda nacional.  Hoy hemos iniciado el proceso de cambio constitucional, y las demandas sociales se han instalado como prioridades.  Políticamente, el impacto ha sido considerable. En la economía también y lo mismo ocurre en las relaciones internacionales.

3.  ¿El verano del 2020 será una pausa?  Una de las principales debilidades fue la errónea caracterización de la crisis, allí la autoridad ha sido errática y ha cometido gruesos errores.  Desde calificar a la protesta como “una guerra” hasta sobreactuar respecto a una hasta ahora no probada, intervención extranjera.  Curioso reclamo de una administración cuyas autoridades fueron a Cúcuta a demandar la insubordinación de las Fuerzas Armadas venezolanas.

[cita tipo=»destaque»]2019 culmina, con una crisis que amaina parcialmente, pero que está lejos de ser plenamente superada. Su motor -la desigualdad acumulada-  está activo, y su carburante –la pérdida de legitimidad de la elite- persiste.  También continúa la naturaleza múltiple de la crisis:  se da en las calles, en el Congreso, se expresa y remece a los medios, y qué decir de las redes sociales.[/cita]

4.  Sin un adecuado diagnóstico, es difícil construir una solución y eso se paga. La popularidad del Gobierno ha caído en picada en estos dos meses, la coalición de Gobierno se quedó sin programa.  Si mantiene su unidad, deberá asumir que en el plebiscito de abril no tendrá una opinión única. En la oposición también se pagaron costos. La DC, el PR y el FA sufren tensiones y perdidas de parlamentarios.  El PS no ha incidido, pese a su fuerza parlamentaria que parece una reserva que nunca se emplea.

5.  La lista de bajas y heridos es larga, empezando por lo más doloroso.  Más de dos docenas de fallecidos, y cientos de heridos de diversa consideración.  Estos hechos abrieron un capítulo de DD.HH. donde solo ha existido una sola opinión de los diversos informes ad hoc: abuso de la fuerza pública.  También habla de las debilidades en la conducción política de las fuerzas de orden y en el ministerio de Defensa.

6.  ¿Alguien se acuerda de que se discutía antes del 18/0?  Parecen tiempos muy remotos, saliendo del clima de la Copa América, en el Congreso se debatía un proyecto de Reforma Tributaria –ya fallecido-, lo defendía un Gobierno ufano porque había logrado derrotar la acusación a la ministra de Educación. Hoy los principales espadachines de ello, los ex ministros Andrés Chadwick y Felipe Larraín figuran entre las bajas.

7. En el plano internacional han pasado muchas cosas.  Especialmente en el vecindario.  Cayó Evo y estuvimos a un tris de un desastre mayor. En Argentina, el macrismo se desplomó antes de la elección y retornó el peronismo, ahora unido. En Perú se disolvió el congreso y tendrán pronto nuevas elecciones parlamentarias. En Brasil, Jair Bolsonaro a la baja y en Colombia el Gobierno enfrenta una protesta que perdura. AMLO cumplió su primer año en México y mantiene una fuerte aprobación. 2019 fue el año en que tuvimos que “desinvitar” a los mandatarios de APEC y a las delegaciones de la COP. Para colmo, ésta se frustró y no pocos comentaristas externos lamentan la débil presencia de Chile en todo esto.

Colofón

La vida continúa, viene el verano, pero todos sabemos que después llega la llamada “cuesta de marzo”. ¿Sera una tregua en que cada quien se alistará para un año convulso?  ¿O será aprovechada para avanzar al máximo creando condiciones para iniciar el camino constituyente?

Los actores institucionales tienen en sus manos la respuesta, me refiero a La Moneda, al Congreso y a los partidos. Sobre todo, a la última interrogante.  Ojo, las medidas que apuntan a fortalecer la creación de una nueva institucionalidad no pueden ser solo político-jurídicos.  El malestar apunta a las desigualdades sociales que se han incubado en estos años, por ello, junto con los mecanismos políticos, debe avanzarse en señales contundentes en materia de derechos sociales (previsión, deuda CAE, entre otros).

Lo que sí parece ser ya una lección en América Latina es que ha fracasado la fórmula de “presidentes – empresarios”. En algún momento, ante el deterioro de los partidos, se pensó que una buena cantera de dirigentes era el sector privado.  Así surgió la candidatura de PPK (Pedro Pablo Kuczynski), de Macri, de Iván Duque y del propio Sebastián Piñera.  Pero el saldo ha sido negativo, la política requiere habilidades que van más allá de las habilidades de los negocios.  Como bien se dice, no es conveniente dejar el poder económico y el poder político en las mismas manos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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