Señor Director:
Le solicito tenga a bien hacer algunas aclaraciones a la nota sobre el crecimiento de los evangélicos en las universidades.
Me presento, mi nombre es Cristina Moyano, ex jefe de campaña para Rodrigo Vidal. Fui aludida en su artículo, dentro de una red a la que no pertenezco ni perteneceré.
En primer lugar, soy agnóstica y socialista. Soy doctora en historia, profesor titular de esta casa de estudios, Directora del Departamento de Historia y Presidenta del Comité Triestamental para la Modificación del Estatuto Orgánico, por lo que mi compromiso con la universidad, no tiene ninguna relación con la organización a la que usted me vincula.
Participé y colaboré en una campaña a rectoría, que construyó un proyecto académico- político, donde ni la religión ni las adhesiones de fe fueron objeto de discusión.
Participamos de los principios del laicismo, la libertad de pensamiento, la autonomía creativa y la tolerancia. No queremos ser parte de una campaña sucia, en la que se nos vincula a organizaciones a las que no pertenecemos y sobre todo, parte de una dinámica conspirativa, bastante lejos de nuestro trabajo académico.
Por todo lo anterior, le solicito haga las aclaraciones correspondientes, porque yo no pertenezco, ni perteneceré a ninguna red, ni tampoco milito en ninguna causa religiosa que dispone de un «perverso» plan de copamiento de las universidades.
(*) Carta editada.
(**) N de la R: la redacción señala que en la nota «El estallido evangélico en universidades laicas y su soterrada influencia política«, en ninguna parte dice que Cristina Moyano sea evangélica.