Señor Director:
Frente a la catastrófica pandemia a nivel global, la mortalidad de algunos loros choroy pareciera no tener trascendencia. Sin embargo, hay algunos puntos que deseamos destacar y que también son de importancia para el bienestar humano, puesto que este hecho nos afecta directa e indirectamente como ciudadanos.
Con fecha 9 de abril fue publicada por biobiochile la denuncia de una mortalidad masiva de choroyes sobre la ruta U-460 que une Osorno con San Juan de la Costa, en el sector Popoen. Las aves, encontradas aun vivas sobre el pavimento, presentaban síntomas de envenenamiento, probablemente como resultado de la aplicación de veneno a semillas de trigo sembradas en el sector. El 12 de mayo de este año una noticia en las redes sociales indicó que el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) confirmó que efectivamente se trataba del envenenamiento de los loros con el compuesto carbamato, químico empleado para proteger semillas en cultivos de hortalizas, papas y cereales para el control de insectos, cuyo uso actualmente no está prohibido en Chile.
Este escenario ya había sido observado por algunos de nosotros en otros sectores de la región y en otras regiones de Chile, por lo que parece ser una práctica habitual. El choroy es uno de los cinco loros que existen en Chile, y es la única especie propia de Chile, que vive entre las regiones del Biobío a Los Lagos. Actualmente está protegido por la ley a nivel nacional e internacional y es por esto que ya no es tan común observarlos como mascotas. Su caza, mantención y comercialización están prohibidas.
Preocupados por esta realidad, nos parece inadmisible el uso de estos químicos como veneno para eliminar fauna silvestre protegida. Este mismo compuesto fue el que produjo la muerte masiva de cóndores en Argentina, lo que motivó la prohibición de su elaboración, importación y uso en el 2018. Si este veneno es capaz de matar aves y muy probablemente afectar a todos aquellos que se coman a las aves, se han preguntado Uds. ¿Cuál sería su efecto sobre la salud humana? De hecho, este químico utilizado en frutas en la provincia de Corrientes, en Argentina, provocó la muerte de una menor de 12 años de edad.
Los choroyes son parte del patrimonio natural, de nuestra biodiversidad y de la identidad cultural del sur de Chile. Este es un acervo que debemos rescatar y mantener. Sin embargo, nuestros estudios indican que estas aves además del envenenamiento indiscriminado están siendo afectadas por la tala de los árboles nativos tales como los pellines, de los cuales se alimentan de sus brotes y semillas y es donde ellas hacen sus nidos. Además, a pesar que la ley prohibe su caza y captura, aun continúa el saqueo de sus nidos y su caza furtiva, hecho que se corrobora con el alto ingreso de loros heridos de esta especie por acción humana a los centros de rescate de fauna silvestre del sur de Chile. Los humanos hemos disminuido sus hábitats y consecuentemente su población, y ellos no se pueden defender.
Es efectivo que existen conflictos con algunos rubros de la agricultura y otras áreas del desarrollo humano. Sin embargo, hay numerosas alternativas al envenenamiento de las aves que permiten la coexistencia de los humanos y de los no-humanos. Como estudiosos de nuestra biodiversidad y preocupados de su conservación, deseamos llamar la atención a los agricultores acerca de la gravedad de esta práctica y a las autoridades a seguir el ejemplo de nuestros vecinos para ayudar a cuidar nuestro patrimonio natural e implementar leyes que prohiban estas prácticas que atentan contra la sana convivencia de los humanos con nuestra biodiversidad, que es única.
Por lo expuesto solicitamos a las autoridades se prohíba de inmediato el uso del compuesto carbamato en Chile, tanto para proteger su fauna como su población humana. Asimismo, solicitamos que se tomen todas las medidas pertinentes para la protección del hábitat de los loros choroy, asegurando así la preservación de esta especie y que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando de este patrimonio biológico nacional, nuestra biodiversidad.
Dr. Jaime E. Jiménez, Ecólogo de Fauna Silvestre y Ornitólogo, University of North Texas, EE.UU.
Dr. Cristóbal Briceño, Profesor en Conservación, Universidad de Chile
Dr. Daniel González-Acuña, Parasitólogo de Fauna Silvestre y Ornitólogo, Universidad de Concepción
Dr. Juan F. Masello, Parrots Researchers Group, Universidad de Giessen, Alemania
Dr. Eduardo F. Pavez, Ecólogo, Aves Chile
Dr. Jaime Rau, Ecólogo y Biólogo de la Conservación, Universidad de los Lagos
Dr. Thomas H. White, Biólogo de Campo, Programa Conservación Cotorra de Costa Rica, Servicio de Pesca y Caza, EE.UU.
Dr. George Olah, Biólogo de la Conservación, Fenner School of Environment and Society, The Australian National University, Australia
Dr. LoraKim Joyner, Co-Director One Earth Conservation, Secretary Parrot Researchers Group
Avinandan – Deccan Birders Society, India representative, World Parrot Trust.