Señor Director:
En Chile la lactancia materna exclusiva, que según las recomendaciones de la OMS debería extenderse hasta los seis meses, es recibida solo por alrededor de 44% de los infantes. Es decir, más de la mitad de nuestros niños no reciben la nutrición adecuada para su desarrollo.
Ahora, a esta realidad se suma una nueva preocupación: la supuesta transmisión del covid-19 a través de la lactancia.
Sin embargo, las investigaciones hasta el momento no han sido concluyentes y han tendido más a la hipótesis de que el virus se encuentra presente en los recién nacidos debido a una transmisión horizontal, es decir por contacto directo con la madre, y no por la ingesta de la leche.
Por otro lado, existen múltiples estudios que demuestran los innumerables beneficios de la lactancia materna, tanto para la madre como para el recién nacido, que se ve protegido frente a enfermedades agudas gracias a la inmunidad que le otorgan los anticuerpos presentes en la leche humana.
Este es un fluido vivo y cambiante, que no sólo promueve el desarrollo del sistema inmune del bebé, sino que además lo potencia por medio de diferentes componentes que actúan como inmunomoduladores.
Por tanto, fomentarla de manera segura y no sacar conclusiones apresuradas sobre su vínculo con la propagación de la pandemia, nos ayudará a prevenir malnutriciones tempranas y, de paso, aumentar la inmunidad de las generaciones que vienen. Esa inmunidad que tanto se ha buscado durante la actual emergencia.
Blanca Ossa
Académica del Postítulo en Lactancia Materna y Nutrición, U Mayor