Ocasionalmente, en la sociedad chilena en que vivimos, aparecen personajes que producen reacciones intensas y este es uno de esos casos, pero el hecho es que estas reacciones son, para mí, tremendamente negativas.
Este señor es todo lo que me parece mal en la política. Prepotente, soberbio, abusador, violento y, para colmo, comunista, la ideología política que está en la antítesis de todo lo que creo como modelo político y de sociedad.
Si este señor pudiera, tendría el control total de los medios de producción, todos seríamos sus empleados, sin duda más pobres, sin libertad de expresión, de prensa, de reunión, de religión, ni siquiera de pensamiento, sería también dueño de las armas, es decir, viviríamos una dictadura de izquierda, como en Cuba o Venezuela, dictaduras que este señor admira sin tapujos.
Recordemos que hace poco la propia Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, presentó un informe sobre Venezuela donde quedan establecidas las “violaciones a la libertad de expresión y derecho a la información, detención de líderes políticos, periodistas, sindicalistas, profesionales de salud, personas que protestaban por los servicios públicos, así como los ataques y la obstaculización del trabajo de parlamentarios de la Asamblea Nacional”. Si esto no es una dictadura, explíqueme usted, estimado lector, de qué se trata la cosa. Y no se olvide, el Sr. Gutiérrez es una fan de este sistema de Gobierno.
Pero, además, se atreve a denostar a una de la instituciones más respetadas del país. La Armada tiene una aprobación del 60%, según la encuesta Cadem de la segunda semana de octubre, misma encuesta en que se hace una evaluación de personajes políticos, donde el honorable ni siquiera aparece.
Asumo que más de alguna querella le caerá por su forma inaceptable de tratar a la institución y cito textual: “Yo siempre que digo las verdades sobre este grupo de genocidas que se llama a la Armada chilena, que de chilena no tiene nada. Debería ser la Armada de Vitacura, porque no tienen nada de chilenos. Esos son de verdad unos total antipatriotas, nos han vendido miserablemente a lo largo de la historia siempre y han matado al pueblo a punta de cañonazos. Esa Armada es una asociación ilícita terrorista, que en algún momento habría que disolverlos, porque de verdad esta Armada ha matado más chilenos y chilenas que en las guerras que les ha tocado enfrentar”.
No conforme con lo anterior, su creativa mente no encontró nada mejor que acusar a la Armada, en respuesta a un video divulgado por esta, para su personal y a través de una declaración pública, de “poner prácticamente precio a su cabeza, como lo evidencian las amenazas recibidas”. Habrase visto… ¿Dónde estará la lógica del señor diputado? Bien poco serio acusar a una institución del Estado de perseguirlo. Tendría que ser más concreto y mostrar esas amenazas y probar que provienen de la Armada. Las acusaciones al voleo, tienen poco valor, ¿no les parece?
Creo que muy pocos ciudadanos concordarán con esta diatriba inaceptable, que merece el repudio de todos. El Ministerio de Defensa, a través de su titular, Mario Desbordes, ha sido claro en rechazar estas afirmaciones y ha anunciado acciones legales de ser necesario. Gutiérrez no demoró en responder que dicha declaración “obedece a la presión de los altos mandos de la Armada, obligar a un ministro que había conseguido una imagen de demócrata, a poner un escudo protector a una institución altamente cuestionada en nuestro país”. En el mismo tenor, el comandante en Jefe de la Armada, Julio Leiva, anunció el estudio de todas las acciones legales que se estimen pertinentes, ante estos arteros e infundados ataques y muchos estamos esperando que el Consejo de Defensa del Estado (CDE) se manifieste.
Ya está bueno que a este señor lo desafueren y lo saquen del Congreso, para que deje de estar amparado en su escudo parlamentario, que le permite abusar de una patrulla que lo quiso controlar, en plena pandemia, con todo el apego a la ley que corresponde, el mismo que usa para festinar con el asesinato del Presidente de la República, a través de dibujos infantiles.
Yo, al menos, estoy cansado de sus abusos de poder. Dice y hace lo que quiere, a costa de todos aquellos que pagamos nuestros impuestos. Basta, Sr. Gutiérrez, ¡basta!