Desde que comenzó la pandemia de COVID-19, ha habido más de 40 millones de casos y más de un millón de muertes en todo el mundo. El virus ha tenido un impacto enorme en la política global, el empleo, la economía, el comercio y los sistemas financieros, y ha afectado significativamente a los esfuerzos globales para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS de la ONU).
Gracias a los esfuerzos conjuntos de todo su pueblo, Taiwán ha respondido a las amenazas planteadas por esta pandemia a través de cuatro principios: acción prudente, respuesta rápida, despliegue avanzado, y franqueza y transparencia. Adoptar estrategias como la operación de sistemas de comando especializados, la implementación de meticulosas medidas de control fronterizo, la producción y distribución de suministros adecuados de recursos médicos, el empleo de medidas de cuarentena y aislamiento domiciliario y servicios de atención relacionados, la aplicación de sistemas de Tecnología de la Información, la publicación de información transparente y abierta y la ejecución de pruebas de monitorización y test precisos, hemos tenido la suerte de contener el virus. A fecha 7 de octubre, Taiwán había tenido solo 523 casos confirmados y siete muertes; mientras tanto, la vida y el trabajo han continuado con normalidad para la mayoría de las personas.
El brote global de COVID-19 le ha recordado al mundo que las enfermedades infecciosas no conocen fronteras y no discriminan por motivos políticos, étnicos, religiosos o culturales. Las naciones deben trabajar conjuntamente para hacer frente a la amenaza de las enfermedades emergentes. Por esta razón, una vez que Taiwán estabilizó la contención del virus y se aseguró de que los ciudadanos tuvieran suficiente acceso a los recursos médicos, comenzamos a compartir nuestra experiencia e intercambiar información sobre la contención de la COVID-19 con profesionales y académicos de salud pública a nivel mundial a través de foros relacionados con la COVID-19, la Reunión de Alto Nivel sobre Salud y Economía de la APEC, el Marco de Formación para la Cooperación Global y otras reuniones bilaterales virtuales. Hasta junio de 2020, Taiwán había celebrado casi 80 conferencias en línea, compartiendo el Modelo de Taiwán con expertos de gobiernos, hospitales, universidades y think tanks en 32 países.
También continúan las donaciones de Taiwán de equipamiento médico y suministros antipandémicos a los países necesitados. En junio, habíamos donado 51 millones de mascarillas quirúrgicas, 1,16 millones de mascarillas N95, 600.000 batas de aislamiento y 35.000 termómetros de frente a más de 80 países.
Para garantizar el acceso a las vacunas, Taiwán se ha unido al Centro de Acceso Global a las Vacunas de la COVID-19 (COVAX), codirigido por la Alianza para las Vacunas GAVI, la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y nuestro Gobierno está ayudando activamente a los fabricantes nacionales con la esperanza de acelerar el desarrollo y la producción de vacunas exitosas, llevarlas al mercado lo más rápido posible y poner fin a esta pandemia.
Con vistas a prepararse para una posible próxima ola de la pandemia, así como para la próxima temporada de gripe, Taiwán mantiene sus estrategias de alentar a los ciudadanos a usar mascarillas y mantener el distanciamiento social, y fortalecer las medidas de cuarentena fronteriza, la prevención comunitaria y la preparación médica. Además, colaboramos activamente con nuestros socios nacionales e internacionales para obtener vacunas y desarrollar tratamientos óptimos y herramientas de diagnóstico precisas, salvaguardando conjuntamente la seguridad de la salud pública mundial.
La pandemia de COVID-19 ha demostrado que Taiwán es una parte integral de la red de salud pública mundial, y que el Modelo de Taiwán puede ayudar a otros países a combatir la pandemia. Para recuperarnos mejor, la OMS necesita de Taiwán. Instamos a la OMS y organismos vinculados a que reconozcan las permanentes contribuciones de Taiwán a la salud pública mundial, a la prevención de enfermedades y al derecho a la salud, y que apoyen firmemente la inclusión de Taiwán en la OMS. Una exhaustiva participación de Taiwán en las reuniones, los mecanismos y las actividades de la OMS nos permitiría trabajar con el resto del mundo para hacer realidad el derecho humano fundamental a la salud, según lo estipulado en la Constitución de la OMS, y la visión de no dejar a nadie atrás consagrada en los ODS de la ONU.