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El compañero Boric y su política exterior Opinión Crédito: ATON

El compañero Boric y su política exterior

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Francisco Orrego
Por : Francisco Orrego Abogado, académico, ex subsecretario de Minería (2012-2014), ex presidente del directorio de TVN (2018-2019) y ex director de Enami.
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Debiendo los chilenos elegir, el próximo mes, a la persona que va a conducir los destinos de nuestro país, resulta fundamental conocer de antemano la posición de Boric respecto de Argentina y Bolivia. Una posición que no admite ambigüedades ni tibiezas, sino convicción y firmeza, para defender los intereses superiores y permanentes del país. Subirse a un árbol en su ciudad natal no será suficiente. Hasta ahora sus aclaraciones –y de sus eventuales colaboradores– sobre la revisión de los acuerdos comerciales, han dejado más dudas que certezas. Quien no sea capaz de responder a estos complejos desafíos de política exterior, simplemente no está preparado para asumir la conducción del país. Hasta ahora el compañero Boric no ha superado la prueba.


Como pocas veces en nuestra historia, las propuestas programáticas de los candidatos presidenciales en materia de política exterior han tenido amplio debate y repercusión. Lo que encendió la mecha fue la propuesta del diputado Gabriel Boric, de revisar los acuerdos comerciales que estén vigentes para evaluar su “pertinencia”, agregando que se debía revisar si estos acuerdos contienen o no condiciones “impuestas” que pudieran ser desventajosas para nuestro país. A partir de ello, la confusión, contradicción e ignorancia de su propuesta solo hizo acrecentar la preocupación de los otros candidatos, académicos y especialistas en relaciones económicas internacionales. A tal punto su osadía, que un grupo de ocho excancilleres de la antigua Concertación debió salirle al encuentro, para recordarle que los tratados suscritos por nuestro país, en todo orden, deben honrarse y respetarse.

Pero aquella no ha sido la única razón para cuestionar sus propuestas sobre política exterior. Oriundo de la Región de Magallanes, a muchos chilenos les ha sorprendido –y preocupado– su incomprensible timidez para condenar las pretensiones argentinas de redibujar los límites fronterizos en el Mar Austral, afectando con ello los intereses marítimos y antárticos chilenos. Solo se ha limitado a apoyar la reciente gestión del Gobierno chileno sobre la plataforma continental. Tampoco es conocida su posición respecto de la situación limítrofe pendiente en el Campo de Hielo Sur. Contrasta la pasividad de Boric con los llamados de líderes magallánicos para defender y proteger la soberanía nacional en la zona. Ni siquiera levantó la voz para defender los intereses chilenos cuando el Gobierno argentino declaró al Estrecho de Magallanes y el Mar de Drake como espacios de “control compartido”, vulnerando así los tratados bilaterales de límites.

[cita tipo=»destaque»]En lo que Boric quizás nos debe dar mayores explicaciones a los chilenos, dice relación con sus declaraciones sobre Bolivia. El año 2013 declaraba que “somos muchos los que estamos de acuerdo con salida soberana al mar para Bolivia”, reiterando más tarde, en el año 2018, que “estoy por una salida al mar para Bolivia”. Boric se sumaba así, irresponsablemente, al apoyo que ME-O también brindaba a la causa boliviana y a Evo Morales. ¿Sigue Boric apoyando la causa boliviana?[/cita]

Pero en lo que Boric quizás nos debe dar mayores explicaciones a los chilenos, dice relación con sus declaraciones sobre Bolivia. El año 2013 declaraba que “somos muchos los que estamos de acuerdo con salida soberana al mar para Bolivia”, reiterando más tarde, en el año 2018, que “estoy por una salida al mar para Bolivia”. Boric se sumaba así, irresponsablemente, al apoyo que ME-O también brindaba a la causa boliviana y a Evo Morales. Todo ello por simple solidaridad con el Grupo de Puebla, del cual son adherentes o admiradores. Poco importó si Bolivia nos llevaba a la Corte de La Haya para demandar una salida al mar. Ya sabemos el resultado de aquel litigio internacional. Defendida diligentemente la posición chilena, la Corte desechó toda pretensión boliviana. Pero subsiste una gran interrogante: ¿sigue Boric apoyando la causa boliviana?

La respuesta a la pregunta anterior no es trivial. Debiendo los chilenos elegir, el próximo mes, a la persona que va a conducir los destinos de nuestro país, resulta fundamental conocer de antemano la posición de Boric respecto de Argentina y Bolivia. Una posición que no admite ambigüedades ni tibiezas, sino convicción y firmeza, para defender los intereses superiores y permanentes del país. Subirse a un árbol en su ciudad natal no será suficiente.

Hasta ahora sus aclaraciones –y de sus eventuales colaboradores– sobre la revisión de los acuerdos comerciales, han dejado más dudas que certezas. Quien no sea capaz de responder a estos complejos desafíos de política exterior, simplemente no está preparado para asumir la conducción del país. Hasta ahora el compañero Boric no ha superado la prueba.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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