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¿Dónde están los jóvenes? El retorno de la juventud a los territorios rurales Opinión

¿Dónde están los jóvenes? El retorno de la juventud a los territorios rurales

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Danae Mlynarz
Por : Danae Mlynarz Cientista Política y Trabajadora Social. Directora Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural Miembro de la Red por la Participación
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Desde hace años venimos observando que uno de los graves problemas que afecta a una porción importante de los territorios rurales es el despoblamiento y envejecimiento de su población. Parte de nuestro reciente aporte a la publicación Umbrales Sociales para Chile”, de la Fundación Superación de la Pobreza, se centra en una propuesta de política pública para fomentar el retorno y arraigo de la juventud a los territorios rurales.

A diferencia de países como España e Italia, donde la problemática del envejecimiento de las áreas rurales ha estado en la agenda de las políticas públicas desde diversos niveles e integraciones desde hace años, en Chile solo se ha abordado parcial o sectorialmente a través del programa Juventud Rural, implementado por el Instituto de Desarrollo Agropecuario Indap, dependiente del Ministerio de Agricultura. Se trata de un programa con mirada sectorial y enfocada en los jóvenes que se encuentran en el sector rural, pero que no apunta especialmente a buscar el retorno de quienes se hayan marchado, ni a poblar la ruralidad y tampoco a retener a quienes hoy se encuentren desde una mirada multidimensional.

Desde Rimisp proponemos el diseño de una Política Nacional Pro-retorno de la juventud a los territorios rurales que incluya acciones en aspectos económicos, sociales, culturales y ambientales tales como: políticas que incluyan real participación de la juventud en las decisiones; acceso a medios de vida: tierra, agua y otros servicios del ecosistema; accesibilidad a instrumentos financieros para el desarrollo de proyectos productivos; accesibilidad a subsidios de vivienda en territorios rurales; mejoramiento de la conectividad digital y de telecomunicaciones; promoción o adecuación de carreras profesionales en casas de estudio regionales con foco en el desarrollo de activos bioculturales.

Creemos que la problemática necesita de una intervención comprehensiva y multidimensional, donde el enfoque territorial debería estar al centro. Para desarrollar sus objetivos y políticas de manera integrada e intersectorial y territorializada, es decir, pertinente y adaptada a la heterogeneidad de cada territorio del país y sus necesidades y potencialidades, expresada en su identidad sociocultural, su especificidad geográfica, demográfica y económica.

Hoy Chile cuenta con una Política Nacional de Desarrollo Rural, que busca mejorar la calidad de vida y aumentar las oportunidades de las personas que viven en el mundo rural. Esta política propone un nuevo paradigma de desarrollo rural, sinónimo de oportunidades y no de atrasos. Lo que antes se relacionaba exclusivamente con agricultura y subdesarrollo, ahora es valorado como un espacio de oportunidades que contiene ciudades pequeñas, espacios poco densos, en un entorno natural, de alta interacción con el mundo urbano y múltiples posibilidades de actividad económica asociada a sus activos locales.

La Política Nacional Pro-retorno de la juventud a los territorios rurales podría situarse en una región determinada y ser implementado desde el gobierno regional con una articulación sobre la base del traspaso de competencias requeridas con Ministerio de Obras Públicas, Ministerio de Educación, Ministerio de Desarrollo Social y Familia, Injuv, Fosis, Conadi, Ministerio de Agricultura, Indap, Ministerio de Trabajo, Sence, Ministerio de Economía, Corfo, Sercotec, Sernatur, Ministerio de Salud, Ministerio de la Mujer, Ministerio de Vivienda, Serviu, Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, entre otros.

Gestionando el diseño del programa y su implementación a través de una metodología participativa para co-construir con jóvenes, buscando pertinencia territorial y sociocultural. Así como también incluyendo a otros actores del territorio, tales como la academia, el sector privado, los municipios y organizaciones sociales con una real articulación público-privada. Levantando una línea base clara para medir impacto de la iniciativa en el mediano plazo para avanzar en replicabilidad y escalabilidad de la iniciativa.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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