Últimamente, muchos expertos económicos han puesto sobre la mesa una discusión que vale la pena considerar. Ellos ponen de manifiesto su preocupación por nuestro estilo de vida, dada que la actual crisis de salud que vive la humanidad daría por resultado una crisis económica sin precedentes, sin siquiera entrar en el impacto de la guerra de Ucrania. Hasta ahora, nada nuevo. Es evidente que en una pandemia como esta, habrá repercusiones complejas en las cadenas productivas de las empresas, en la oferta y en la demanda, y por ende, en la estabilidad económica del país y mundial.
Hasta ahora, podemos concordar con este análisis, y aquellos que observamos la economía, podemos incluso acordar con estos postulados que esgrimen muchos economistas.
Con lo que no podemos estar de acuerdo, es con el mecanismo que proponen para evitar esta crisis económica, el cual se basa en volver a lo mismo, asumiendo que nada ha cambiado. Ello daría por sentado que quienes quedaron en el camino, lo hicieron por nada, y que los que seguimos en el camino, no entendimos nada.
Sin embargo, ¿tenemos alternativas? ¿O soy solamente yo el que piensa que el mundo cambió, que volver a lo mismo no es la solución, que el verdadero tema es que estamos viviendo un cambio paradigmático en que hoy es posible lo que hace diez años era un sueño? ¿Acaso no debemos ser capaces de partir nuevamente y construir la economía que queremos, el mundo que soñamos? ¿Acaso no debiésemos centrar nuestra propuesta en el ser humano y ser capaces de construir un mundo colaborativo, una economía colaborativa y triunfar donde otros han fracasado? Sabemos que se cayeron los socialismos reales y la pandemia parece ser el principio del fin del neoliberalismo. Pero, ¿acaso los colores políticos nos impedirán dar un paso adelante y aprovechar esta tremenda riqueza que es el ciberespacio para crear un mundo con oportunidades para todos?
Es un cambio paradigmático, y somos nosotros los únicos responsables de co construir la sociedad que queremos.
Como Desafío Levantemos Chile, junto a un increíble equipo de jugados por Chile, he dedicado gran parte de mi vida al trabajo con emprendedores y víctimas de las diversas catástrofes que suelen azotar nuestro país. Es ahí donde no solo les entregamos herramientas para salir adelante, sino que nos involucramos conociendo sus historias de vida y sus motivaciones. Por lo tanto, tengo clarísimo que la economía no son solo números, balances y la última línea, sino que su centro deben ser las personas. Esas personas que son las primeras en levantarse y las últimas en acostarse, dándolo todo por sacar adelante a sus familias, con esfuerzo y sacrificio. No podemos sucumbir ante el miedo, ni menos menospreciar la vida de las personas. La calidad de vida se compone tanto del bienestar económico como del físico. En esto no hay competencia, sino coexistencia.
En esta ecuación, como Desafío Levantemos Chile buscamos contribuir entregando diversas soluciones concretas; desde clínicas móviles, herramientas de educación virtual para el estudio a distancia (para así minimizar el impacto de la pandemia), kits de alimentación, higiene y salud, hasta herramientas a emprendedores y damnificados para que puedan seguir adelante en estos tiempos incertidumbre.
Lo increíble de todo esto, es que como nosotros, hay tantos otros que no han olvidado a quienes han tenido menos oportunidades, a los más necesitados.
Hoy más que nunca, en esta batalla incansable contra un enemigo invisible e impredecible, los necesitamos a todos… Ninguno sobra.
Por ello debemos seguir en la lucha… que es cruel, y es mucha.