Opinión
Uno de los indicadores macroeconómicos más utilizados a nivel global por sus impactos y repercusiones es el crecimiento económico. Medido a través del Producto Interno Bruto (PIB), indica el valor monetario de la producción de bienes y servicios finales de un país o región durante un período determinado. El PIB es el indicador más importante para conocer la marcha y evolución de la economía de un país, ya que refleja el comportamiento de la producción agregada de los distintos sectores económicos al interior de las fronteras del territorio, sin importar la nacionalidad de los factores de producción.
Es vital no solo conocer el PIB, para medir el crecimiento y evolución de la producción en un periodo de tiempo, sino que se requiere además de la mayor anticipación posible en la generación y publicación del indicador, para cumplir con el objetivo de proveer información oportuna y de calidad que sirva para que los distintos agentes puedan adoptar adecuadamente sus decisiones sobre la base del estado actual de la economía; y también para aplicar oportunamente las políticas económicas necesarias de acuerdo a la evolución del ciclo económico. De poco serviría contar con mediciones de producción adecuadas y robustas metodológicamente si el rezago en la entrega de la información es excesivo, se necesita de un sano balance entre calidad y oportunidad de las cifras.
A nivel país, Chile posee las Cuentas Nacionales (CN), de responsabilidad del Banco Central, donde se estiman los principales agregados macroeconómicos, entre ellos, el PIB, con una periodicidad trimestral como medida oficial de crecimiento económico. Las CN son publicadas con 48 días de rezago con respecto al trimestre en medición para los tres primeros cuartos del año, y con 77 días de rezago para el último trimestre; con esta última estimación, se completa la primera versión del año, denominada versión preliminar. Las fechas de publicación corresponden a los días 18 de marzo, mayo, agosto y noviembre, o el día hábil siguiente, según corresponda (Banco Central de Chile).
Pero dada la exigencia de oportunidad de la información y de contar con mediciones de corto plazo, se dispone además del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) como un proxy de la producción mensual del país, que posee la característica de tener una menor periodicidad y un menor rezago que el PIB. El Imacec es una estimación que resume la actividad de los distintos sectores de la economía en un determinado mes, a precios del año anterior; su variación interanual constituye una aproximación de la evolución del PIB. El cálculo del Imacec se basa en múltiples indicadores de oferta que son ponderados por la participación de las actividades económicas dentro del PIB en el año anterior (Banco Central de Chile). El Imacec se publica el primer día hábil de cada mes, con un rezago de 31 días. De esta manera, el mercado a nivel nacional puede monitorear mensualmente el avance de la economía para sus decisiones, a la espera del PIB trimestral.
En este contexto, ¿con qué indicadores cuentan las regiones para medir el comportamiento de su actividad económica local?, ¿con que periodicidad y rezago disponen de tales indicadores?
El Banco Central también mide y publica en las CN un PIB regional (PIBR) pero hasta ahora solo era posible disponer de información de PIBR con frecuencia anual y con un excesivo desface. En agosto de cada año se publicaba una versión preliminar del PIB regional para el año anterior (agregado sin detalle de actividad), es decir, con 8 meses de rezago. El desglose por actividad económica del PIB regional se difundía junto con la versión revisada de las Cuentas Nacionales, en marzo del año siguiente, con 15 meses de rezago. Con tales rezagos en la información económica regional resultaba muy complejo para los gobiernos y agentes locales utilizar esta importante información en beneficio de los territorios. Claramente la estadística de producción regional no cumplía con el requisito de oportunidad de la información.
Eso afortunadamente hasta ahora, porque a partir del 23 de junio de 2022, el Banco Central de Chile (BCCh) puso a disposición del público por primera vez las series del producto interno bruto regional (PIBR) con una frecuencia trimestral. Esta mayor frecuencia del PIBR es un avance en calidad estadística territorial, ya que permitirá a las regiones disponer de manera más oportuna del resultado de su actividad económica local, información relevante para la toma de decisiones de distintos actores y usuarios del mundo público y privado.
Las nuevas series trimestrales del PIBR consideran la división política-administrativa vigente en el país de 16 regiones, incluyendo la de Ñuble, creada en 2017. Estas estadísticas estarán disponibles los días 23 (o el día hábil siguiente) de los meses de abril, junio, septiembre y diciembre. De esta forma, para los tres primeros trimestres del año, el rezago de publicación corresponde a 83 días, mientras que para el cuarto trimestre el rezago será de 113 días. Un esfuerzo y mejora significativa de parte del Banco Central en la oportunidad de entrega de estas importantes cifras, que permitirán a las economías regionales aprovechar de mejor manera la información para el proceso de toma de decisiones y medidas correctivas si fuere necesario.
La descentralización requiere de estadísticas territoriales que sirvan de insumo a la planificación, desarrollo y evaluación de políticas públicas con enfoque local, lo cual a su vez exige disponer de indicadores en calidad y oportunidad adecuados que contribuyan a tal objetivo. El contar con un PIBR trimestral es una señal correcta en ese camino, puesto que implica contar con un mejor termómetro de la economía territorial.
