Fomentar una mayor participación de la mujer en el ecosistema digital debiera ser una prioridad, si consideramos que solo el 20,4% de ellas estudia una carrera relacionada con el uso de las Tecnologías para la Información y el Conocimiento (TIC) según la Comisión Nacional de Educación Superior, CNED.
La participación femenina en este ámbito es indispensable, pero primero debemos, como sociedad, eliminar algunos estereotipos y construir un mercado más equitativo en el que puedan desarrollar su talento en programación, ciberseguridad, emprendimiento e innovación.
En pleno siglo XXI, las mujeres han demostrado que son excelentes líderes tecnológicas llevando a la práctica materias que son en esencia complejas, como las relacionados con la sistematización de datos, variables y estructuras secuenciales y condicionales.
Por ello, llama la atención la brecha existente en el ámbito educacional superior chileno en carreras de tecnologías aplicadas y que fomentan el uso de las TIC como principales herramientas para el proceso, administración y distribución de la información a través de plataformas.
En este sentido, el sistema de educación superior está llamado a cambiar las cifras existentes, para que las mujeres aporten con su talento y sean profesionales protagonistas en sectores tecnológicos. En este desafío debemos apoyarlas creando espacios que propicien la igualdad.
A modo de ejemplo, en IACC desarrollamos el programa “Líder Tecnológica” que cuenta con actividades gratuitas y online para aumentar la presencia femenina en las TIC, en las que se les invita a tener un rol activo en ciberseguridad y programación.
Creo que podemos aportar desde el ámbito educacional superior para producir una transformación social a corto plazo, en el que los sectores de Tecnología, Innovación, Emprendimiento y Uso de TIC sean espacios donde el talento femenino deje también su impronta en el desarrollo del país.