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Datos y dudas sobre la situación silvoagropecuaria Opinión

Datos y dudas sobre la situación silvoagropecuaria

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Sergio Arancibia
Por : Sergio Arancibia Doctor en Economía, Licenciado en Comunicación Social, profesor universitario
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En Chile se realizó, en el año 2021, el VIII Censo Agropecuario y Forestal, CAF. Un censo de esta naturaleza no se realizaba en el país desde el año 2007. Durante esos 14 años que median entre un censo y otro, la agricultura chilena ha sufrido cambios muy relevantes, que precisamente se ponen de manifiesto en la medida en que se analizan y se comparan los datos que arrojan cada uno de estos instrumentos de medición y caracterización de la situación agropecuaria y forestal. Pero como un censo es un asunto técnicamente complejo, que necesita mucho trabajo para procesar y ordenar la información recolectada, todavía no se conocen los resultados finales del último sino solo resultados preliminares. Sin embargo, ya estos permiten hacer algunas comparaciones relevantes con relación al censo del 2007.

En primer lugar, la superficie silvoagropecuaria con que cuenta el país se ha reducido, pasando de 31.648.802 hectáreas en el 2007, a solo 24.752.394 millones en el 2021. Se observa, por lo tanto, una disminución de 21.8 %, lo cual es un porcentaje suficientemente sustantivo como para ameritar la búsqueda de alguna explicación. ¿Se debe a erosión, degradación y destrucción de ecosistemas? ¿O se debe, además, al avance del mundo urbano sobre la tierra agrícola? Los datos finales del VIII censo, que se supone serán publicados en el transcurso del presente año, pueden arrojar luces que ayuden a explicar las causas y características de este fenómeno.

Dentro de esta superficie, aquella donde se ubican bosques naturales o plantados ha disminuido desde 15.897.845 hectáreas, en 2007, a 12.163.078 en el 2021, lo cual implica un descenso de 23.8 %. Esto va en contra de la idea generalizada de que en Chile, para bien o para mal, ha tenido lugar un sustantivo avance en materia de plantaciones forestales. Una explicación posible de esta aparente contradicción podría ser que la destrucción del bosque nativo ha andado más rápida que su sustitución por nuevas plantaciones. Se trata, en todo caso, de una duda que espera por los datos definitivos del censo para poder dilucidarse.

La superficie con praderas naturales y mejoradas han disminuido, a su vez, en un 25.1 % en el período comprendido entre los dos censos mencionados, lo cual se complementa con una disminución de la masa de ganado bovino, que pasó de 3.789.697 unidades, en el 2007, a 2.526.945 en el 2021.   

La única categoría de utilización del suelo que ha aumentado entre los dos censos es la dedicada a cultivos y forrajes, que pasó de 2.139.127 hectáreas, en el 2007, a 2.400.636, en el 2021, lo cual representa un incremento de 12.2 %. Sin perjuicio de ello, la superficie dedicada a cereales alcanzó en el 2021 un total de 423.033 hectáreas –un 12 %menos que en el censo anterior–; la de legumbres y tubérculos llegó a las 48.775 hectáreas, mostrando una disminución de 32 %; los cultivos industriales ocuparon 50.144 hectáreas en el año 2021, un 28 % menos en el 2007. Las plantaciones de vides para vinos y pisco llegaron a 99.599 hectáreas en el último censo, lo cual representa un 24 % menos que en el censo anterior. Los frutales, incluida la uva de mesa, han alcanzado la cifra de 381.691 hectáreas, lo cual muestra un incremento de 23 % con respecto a las cifras del 2007.

Un último dato: la tierra bajo riego disminuyó en un 18.6 %, pasando de 1.108.559 hectáreas en el 2007, a 902.158 en el 2021, lo cual puede encontrar su explicación en el prolongado período de sequía que se ha presentado en el país.

Todos estos datos preliminares parecen mostrar que la agricultura chilena no ha sufrido modificaciones cuantitativas de carácter menor, sino que está inserta en un proceso de transformaciones estructurales de carácter profundo y permanente, lo cual obliga a revisar las políticas económicas que se llevan adelante con respecto a este sector, sobre todo a la luz de la necesidad de proteger la seguridad alimentaria de los chilenos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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