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Celebrar en Chile la visibilidad lésbica Opinión

Celebrar en Chile la visibilidad lésbica

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En Chile, la visibilidad lésbica y su conmemoración es además una representación de la carga histórica y social que conlleva vivir desde aquella identidad. En la medida en que como sociedad se ha fallado sistemáticamente en garantizar a las mujeres lesbianas espacios seguros de reconocimiento, la visibilidad se ha forjado también como una manera de construir resistencia.


El 26 de abril se celebra el Día Internacional de la Visibilidad Lésbica, día consagrado desde el año 2008 por los movimientos de diversidades sexuales y de género en España. Sin embargo, justo es decir que este esfuerzo por obtener reconocimiento, lo viene realizando en Chile la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, cuyos inicios se remontan a fines de los 90 con el liderazgo de la periodista y activista Erika Montecinos Urrea. En esta misma línea, en el Congreso fue presentado un proyecto para declarar el 9 de julio como Día Nacional de Visibilidad Lésbica, fecha que conmemora el asesinato en dictadura de Mónica Briones, quien fuese la fundadora de Ayuquelén, primera agrupación lesbofeminista en nuestro país.

La visibilidad, comprendida como el reconocimiento de la existencia de una persona, su identidad y su pertenencia a un colectivo, es un asunto vital. La visibilidad es lo contrario al estigma, toda vez que este último conduce a la discriminación, mientras que la primera aduce al derecho a la inclusión y la equidad, lo que, a su vez, sienta las bases para una vida legítima, buena, libre, satisfactoria, y con un profundo sentido de orgullo y dignidad con quien una es.

En Chile, la visibilidad lésbica y su conmemoración es además una representación de la carga histórica y social que conlleva vivir desde aquella identidad. En la medida en que como sociedad se ha fallado sistemáticamente en garantizar a las mujeres lesbianas espacios seguros de reconocimiento, la visibilidad se ha forjado también como una manera de construir resistencia. Es decir, más allá del existir, visibilidad desde el resistir. Un reconocimiento por parte del Estado de un día del año especial para este propósito constituiría entonces un fuerte mensaje que, sin duda, podría impulsar y alentar a muchas mujeres a caminar hacia el orgullo y a despojarse del estigma social e internalizado.

Lejos de ser un gesto trivial, se constituye como una acción relevante dentro de aquellas que se realizan en diferentes niveles de nuestra sociedad. Además, permite mostrar el valor y la resiliencia histórica de las mujeres lesbianas en Chile y Latinoamérica, así como reconocer su legado, contribuir a encontrar y construir relaciones y comunidades que ayuden a superar el aislamiento y a desarrollar prácticas de comunicación autoafirmativas.

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* Francisca Avilés, lesbiana, asistente del Centro de Estudio en Psicología Clínica y Psicoterapia UDP, y Alemka Tomicic, directora de Psicología UDP, Investigadora en Salud Mental en Diversidades Sexuales y de Género Centro de Estudio en Psicología Clínica y Psicoterapia UDP

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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