En la medida que la inflación caiga durante este año, la recarga sobre la tasa de interés para personas y empresas en términos reales y en UF empeorará en la medida que la tasa del Banco Central no baje también.
La Tasa de interés de Política Monetaria (TPM) no solo es la tasa que cobra el Banco Central a los bancos comerciales. También tiene importantes efectos sobre la economía, puesto que sirve de referencia para el resto del sistema financiero.
Pongamos un ejemplo simple: la tasa de interés de los créditos de consumo en agosto de 2021 era de 18%, en cambio, en abril de este año es de 29%, ambas medidas en pesos. Si restamos a cada uno de estos porcentajes la inflación de ambos meses, respectivamente, y luego restamos ambas cifras, tendremos que el exceso que están pagando las personas es de aproximadamente 5,7% en términos reales. Aterricemos este porcentaje aún más, considerando un crédito de consumo de $1.000.000 a 5 años, el sobrepago es de 320 mil pesos, es decir, hoy se paga adicionalmente por el mismo crédito de agosto del 2021 un equivalente a un tercio del mismo.
La moderna teoría macroeconómica explica que el encarecimiento del crédito para las personas desincentiva el consumo privado. Mediciones recientes indican que este consumo podría caer en casi un 3% si estas condiciones permanecen durante todo 2023. Además, el consumo privado corresponde a más del 60% del PIB, por eso, y considerando otros elementos complejos de explicar en esta columna, tendríamos que, por el solo efecto de menor consumo privado, el PIB caería en un -1% este 2023.
Un panorama similar ocurre con los créditos comerciales relacionados con la inversión privada. Realizando cálculos similares, el exceso de la tasa de interés real bordea también un 5,7% en términos reales, restando otro tanto al crecimiento del PIB el 2023. Por otro lado, los créditos hipotecarios entre ambos meses aumentaron un 1% en UF. Así, la compra de una casa a 20 años es un 22% más cara hoy que hace un año y medio, solo por el aumento de intereses.
En la medida que la inflación caiga durante este año, la recarga sobre la tasa de interés para personas y empresas en términos reales y en UF empeorará en la medida que la tasa del Banco Central no baje también. Así, podemos concluir que una reducción del crecimiento del PIB de solo -0,5% el 2023, como proyecta el Banco Central en su último IPoM, no es congruente con una Tasa de Política Monetaria alta hasta fines de año: la recuperación de nuestro país requiere de una reducción de esta tasa en los próximos meses.