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‘Viejismo’: estereotipos, prejuicios y ausencia de las políticas públicas Opinión

‘Viejismo’: estereotipos, prejuicios y ausencia de las políticas públicas

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Consuelo Moreno
Por : Consuelo Moreno Directora Ejecutiva de Fundación Grandes
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Necesitamos provocar un cambio cultural, para construir una nueva perspectiva de la sociedad hacia las personas mayores, quienes necesitan y exigen ser vistas con una nueva mirada, en que la vejez sea vista y transmitida de forma positiva, con dignidad.


La reciente Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric ha sido objeto de muchos comentarios, positivos y negativos, como era de esperarse. Pero lo que también esperábamos era un mayor espacio a las personas mayores, tanto en los énfasis del Gobierno como en los análisis posteriores. Son muchos los grupos de interés que tienen espacio protagonista y permanente en el debate de las políticas públicas, así como en los medios de comunicación y en la opinión pública. Las personas mayores de nuestro país ya son más de 3,5 millones y se estima que en 2050 lleguen a ser un tercio de toda la población total del país. Es decir, son un grupo mayoritario, pero aún no se considera su relevancia. Y su falta de presencia en la Cuenta Pública presidencial es solo un síntoma de ello.

Valoramos que se le asigne prioridad al Sistema Nacional de Cuidados, porque se trata de una urgencia, pero este sistema por sí solo deja fuera las necesidades de más del 80% de las personas mayores de Chile, la gran mayoría de quienes no requieren cuidados especiales, sino que necesitan medidas de promoción y prevención, no discriminación, acceso a salud, oportunidad de inserción social, laboral y/o a recursos productivos, entre otros. Además, si solo se enfocan los esfuerzos en medidas de cuidado y no se pone el debido énfasis en medidas de promoción y prevención, cada vez serán más las personas mayores que requerirán de cuidado y, con esto, esteremos llegando tarde con la solución.

Las personas mayores están cansadas, pero no por su edad sino por el trato que les damos como país. Están cansadas de ser marginadas de las políticas públicas, de ser discriminadas y estigmatizadas como un grupo débil, que no puede seguir aportando o desarrollando todas sus capacidades. 

El “viejismo” en Chile es uno de nuestros peores males. El “viejismo” es un término que refiere a estereotipos, prejuicios y discriminación, que sufren las personas mayores por su edad, y que se traduce en cuestiones que están tan arraigadas en nuestra cultura, como las notas de los canales de televisión entrevistando a los “abuelitos” que van a votar en las elecciones y tantas otras expresiones de este mal. A su vez, esto trasunta en una escasa presencia de las personas mayores en la Cuenta Pública, en un “viejismo” estructural, en que las políticas públicas replican el fenómeno con políticas, leyes, normas u otros, en las que se margina a este grupo o incluso replican los prejuicios y discriminación que viven a nivel social. 

Por lo mismo, lo que más necesitan las personas mayores es un cambio mayor. Necesitamos provocar un cambio cultural, para construir una nueva perspectiva de la sociedad hacia las personas mayores, quienes necesitan y exigen ser vistas con una nueva mirada, en que la vejez sea vista y transmitida de forma positiva, con dignidad.

En este sentido, una de las grandes ausencias de la Cuenta Pública fue el anuncio de la tramitación de la “Ley Integral de las Personas Mayores y de Promoción del Envejecimiento Digno, Activo y Saludable”, actualmente en trámite en el Congreso. Lo que esperábamos era el anuncio del Gobierno de dar urgencia a la discusión de este proyecto de ley, especialmente a la Política Nacional de Envejecimiento que incluye dicha iniciativa. Esta legislación es crucial para garantizar la protección y promoción de los derechos de las personas mayores, así como para establecer un marco legal que fomente una cultura de envejecimiento positivo en nuestro país. Todos estamos envejeciendo y todos esperamos tener una buena vejez, pero para ello debemos actuar ahora, ya no podemos esperar. 

Instamos a quienes conforman el Gobierno y el Senado a dar la importancia que las Personas Mayores requieren, para que una vez más no estemos llegando tarde.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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