A pocos días de conmemorar un nuevo 11 de septiembre –una fecha que nos recuerda el quiebre democrático de nuestro país por al golpe militar ocurrido en 1973– es relevante mantener viva la memoria de aquellos que no están, debido a la muerte o desaparición forzada ocurrida en el marco de los 17 años de dictadura militar en Chile.
Cada 30 de agosto se conmemora en Chile el Día del Detenido Desaparecido. La desaparición forzada de personas se considera un crimen de lesa humanidad y una grave vulneración a los derechos humanos. La experiencia de este tipo de hechos en nuestro país se encuentra vinculada, casi en su totalidad, a actos perpetrados por el Estado, bajo el contexto de la persecución política durante la dictadura militar en Chile (1973-1990).
Entre las personas muertas y desaparecidas que forman parte de los registros del Informe Rettig (1991), 22 de ellas corresponden a niños, niñas y adolescentes detenidos desaparecidos. En su mayoría estudiantes adolescentes que desaparecieron luego de su aprehensión forzada durante los primeros años de la dictadura. Solo dos de ellos han sido recuperados, luego del trabajo de búsqueda realizado por las madres de mayo en Argentina, pues luego de desaparecer, a pocos meses de vida, crecieron bajo una identidad distinta en familias adoptivas.
La gravedad de este tipo de delitos y su complejidad, radica no solo en la falta de información respecto de la desaparición de la persona y el desconocimiento de su paradero, implica también un dolor en las familias al producirse una ausencia permanente, sin respuesta por parte de las autoridades respecto de lo ocurrido. La falta de verdad y de justicia daña y revictimiza no solo a quienes sufrieron la detención y desaparición, o a quienes los buscaron –hermanas, abuelas y madres–, sino también a las siguientes generaciones que fueron testigos de dicho sufrimiento y que mantienen en su historia de vida el olvido por parte de la sociedad y sus instituciones.
Es relevante que nuestro país cuente hoy con un Plan Nacional de Búsqueda (Ministerio de Justicia y Derechos Humanos año 2022), que permita a los familiares al menos contar con información confiable para conocer lo ocurrido con sus seres queridos y terminar con la permanente sensación de volver a verlos.
A pocos días de conmemorar un nuevo 11 de septiembre –una fecha que nos recuerda el quiebre democrático de nuestro país por el golpe militar ocurrido en 1973– es relevante mantener viva la memoria de aquellos que no están, debido a la muerte o desaparición forzada ocurrida en el marco de los 17 años de dictadura militar en Chile.