Las brechas educativas en la región se ampliaron con la pandemia, a pesar de los esfuerzos gubernamentales, de la sociedad civil y familiares por mantener la regularidad de los servicios educativos.
La situación educativa y social de América Latina es desafiante, dadas las desigualdades sociales, las amenazas a la democracia, la expansión de la pobreza y el crimen organizado. Contextos que se repiten en distintos países del continente.
Evidencia de ello es que el nivel socioeconómico promedio de las escuelas sea el principal predictor de los aprendizajes en la región, según el Estudio Regional Comparativo y Explicativo de la UNESCO en América Latina. Así, las desigualdades socioeconómicas entrampan la posibilidad de que la educación despliegue todo su potencial para apoyar el desarrollo de los estudiantes.
Los procesos de enseñanza en las salas de clase y los procesos de gestión escolar apenas pueden reducir en un 12% el total de las desigualdades de aprendizaje asociadas a las diferencias socioeconómicas. En otras palabras, la educación por sí sola tiene pocas probabilidades de ser el único vehículo para disminuir las desigualdades en el largo plazo.
Las brechas educativas en la región se ampliaron con la pandemia, a pesar de los esfuerzos gubernamentales, de la sociedad civil y familiares por mantener la regularidad de los servicios educativos. El impacto económico de la pandemia también aumentó las desigualdades de ingresos, produjo un aumento de la pobreza y desaceleró el crecimiento económico y del empleo.
Ante este preocupante panorama se requieren políticas intersectoriales que se enfoquen en ofrecer a cada niño, niña y joven de la región un conjunto de servicios y prestaciones que aseguren niveles adecuados de calidad de vida. También es necesario avanzar en el fortalecimiento institucional para dar seguridad y tranquilidad a las familias, en especial a las más vulnerables.
De esta manera, transformar la educación con perspectiva de justicia social es la única vía posible para sortear los desafíos educativos enmarcados en crisis económicas y políticas. Y para esto, se necesita analizar las políticas existentes y buscar caminos mediante la colaboración que permitan hacer frente a estos desafíos.
Temáticas que abordaremos precisamente en el Seminario internacional “Políticas públicas para la transformación educativa y justicia social en América Latina”, los días 28 y 29 de noviembre en Santiago de Los Caballeros, República Dominicana. Este evento es el resultado de un esfuerzo conjunto entre la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, y tiene por objetivo presentar y discutir temáticas fundamentales para promover una educación más justa en Latinoamérica.