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Conaf: urge una nueva mirada para enfrentar catástrofes y mitigar sus efectos Opinión

Conaf: urge una nueva mirada para enfrentar catástrofes y mitigar sus efectos

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Jorge Morales Gamboni
Por : Jorge Morales Gamboni Observatorio de Políticas Públicas y Territorio. Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido USACH.
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Del total de estos incendios, el 99,7% es provocado por las personas de manera intencional o negligencia, y ocurren en zonas llamadas de interfaz.


Chile es un país altamente vulnerable al cambio climático. Hoy, en el centro sur de nuestro país, los veranos son 1,5 a 2 °C más calientes que hace 20 años y las precipitaciones son cada vez menores. Esto hace que la vegetación posea un bajo nivel de humedad al llegar la temporada de verano, lo que la hace más susceptible a un potencial incendio. En este nuevo contexto, el país debe estar preparado para asumir la rápida gestión de los efectos del cambio climático, buscando reducir al máximo las situaciones de catástrofe. 

Según cifras oficiales de Conaf, en Chile ocurren unos 7 mil incendios forestales por año, afectando alrededor de 100 mil ha (con excepción de la temporada del año 2017, en que el megaincendio afectó poco más de 570 mil ha), que en su mayoría corresponden a tierras forestales que son actores claves en la absorción de los Gases de Efecto Invernadero (GEI). Del total de estos incendios, el 99,7% es provocado por las personas de manera intencional o negligencia, y ocurren en zonas llamadas de interfaz, es decir, en el ecotono entre los ecosistemas forestales (naturales o plantados) y las ciudades. Si bien es reconocido que en cuanto al combate de incendios Conaf posee calidad mundial, en materia de prevención la situación es totalmente distinta. 

De los 6 departamentos técnicos que componen Conaf –tales como Planificación y Presupuesto, Desarrollo e Investigación, Logística, Recursos Aéreos, Control de Incendios y Prevención y Mitigación–, cinco están enfocados en el combate de incendios forestales, empleando el 98% del presupuesto anual. Solo un 2% del presupuesto se utiliza en materias de prevención. 

Como Estado, se hace necesario replantearse el modelo actual para abordar las situaciones de catástrofe, modelo que se mantiene con el paso de los años apuntando a hechos consumados y que se traduce en un aumento sostenido de recursos por parte del Estado, recursos que sabemos son limitados. Para evitar continuar estresando el sistema estatal, se requiere urgentemente un cambio de paradigma, sustentado en el alto nivel de vulnerabilidad que tiene Chile frente a los efectos del cambio climático. 

A pocos meses de iniciarse la temporada de incendios forestales, resulta oportuno plantear mejoras eficientes y eficaces como, por ejemplo, realizar una reorganización de la estructura de Conaf que permita independizar el Departamento de Prevención del resto de las gerencias de combate de incendios, equiparar sus respectivos presupuestos y destinar mayores esfuerzos a lo preventivo.

De esta manera, se podrán impulsar medidas concretas a nivel nacional que se ajusten a los nuevos desafíos que conlleva el cambio climático. El Estado por sí solo no puede resolver las situaciones de riesgo y catástrofes, por lo que se requiere del trabajo mancomunado de todos los actores involucrados y, principalmente, de una ciudadanía responsable con su entorno, para avanzar en el respeto y cuidado del territorio, medio ambiente y sociedad.   

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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