La ecuación es clara: invertir en infraestructuras de calidad que permitan elevar los niveles educacionales y que ayudan a aprovechar cada vez con más fuerza las ventajas comparativas de Atacama como tierra fértil para la innovación y proyectos sostenibles.
La crisis educacional que atraviesa Atacama y que tiene a cerca de 30 mil alumnos sin retomar sus clases es un reflejo más de los graves problemas que enfrenta el territorio como una zona de sacrificio y del abandono del Estado.
El bajo nivel de escolaridad y la precaria infraestructura tanto para docentes como para estudiantes es el tema inmediato a resolver. Pero a futuro las consecuencias pueden ser aún mayores ¿Cómo podemos mejorar las condiciones de trabajo precario que vemos actualmente y la mala calidad de vida en la región? Si a ello se suma la baja inversión en capital humano y la poca motivación para emprender, estamos frente a una tormenta perfecta para la fuga de talentos.
Atacama ha sido históricamente reconocida en el sector de la minería. No obstante, también goza de un potencial gigantesco para liderar en otros sectores de vanguardia, como la energía y el litio. Si bien estas últimas pueden ser altamente atractivas para todo inversionista del territorio nacional y del exterior, lo anterior se podría ver opacado por las trabas en materia formativa, que no solo limitan el crecimiento personal de cientos de jóvenes, sino que también ponen en riesgo el crecimiento económico, desarrollo sostenible y potencial de la región para le economía de Chile.
Frente a este escenario, la ecuación es clara: invertir en infraestructuras de calidad que permitan elevar los niveles educacionales y que ayudan a aprovechar cada vez con más fuerza las ventajas comparativas de Atacama como tierra fértil para la innovación y proyectos sostenibles. Solo así podremos salir del actual escenario y forjar un futuro más prometedor para las generaciones venideras y para la región.
La experiencia educacional en enseñanza básica y media, es clave en la motivación para la toma de decisiones en los jóvenes cuando tienen que elegir qué carrera estudiar o cómo emprender.
No trunquemos miles de sueños de jóvenes que hoy ven limitado su desarrollo personal e intelectual, por malas decisiones de personas que ni siquiera viven en un territorio de sacrificio y que tanto le ha dado no solo a la historia de nuestro país, sino que también a la riqueza de Chile, de la cual gozan todos los chilenos, menos la gente de su zona.