Publicidad
Unidas y vigilantes Opinión

Unidas y vigilantes

Publicidad
Karol Cariola
Por : Karol Cariola Matrona. Diputada PC
Ver Más

En Chile, tenemos la amenaza de una propuesta constitucional ultraconservadora que propone cambios en contra de las mujeres.


“No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos; debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”.

Simone de Beauvoir presagió en el siglo pasado estas palabras, que este 25 de noviembre de 2023, calan con dolorosa y especial profundidad y contingencia.

El movimiento feminista lleva décadas develando y luchando por revertir la desigualdad, inequidad y distintas formas de violencia que vivimos las mujeres en Chile y el mundo. El sistema patriarcal ha intentado relegarnos, dominarnos y disminuirnos como seres humanos de segunda categoría con menos derechos y oportunidades.

Con valentía, nos hemos levantado y conseguido importantes avances para mejorar nuestras vidas. Hoy la humanidad es más consciente de que la democracia no es completa si no se construye con y desde las mujeres.

En Chile no ha sido fácil, pero hemos dado pasos significativos.

Hoy tenemos acceso a métodos anticonceptivos gratuitos, la píldora del día después, legalizamos la interrupción del embarazo en 3 causales (riesgo de vida de la madre, inviabilidad fetal y violación), tipificamos el femicidio como todo crimen de odio contra la mujer por razón de género (Ley Gabriela). Reconocimos el suicidio femicida (Ley Antonia) y logramos aprobar la Ley de Reparación Integral a Familias Víctimas de Femicidio y Femicidio Frustrado. Tenemos ya ley para el pago efectivo de pensiones de alimento, y aún seguimos empujando por que salga del Senado la ley marco del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, que reconoce todas las formas de violencia de género contra las mujeres en la vida pública y privada.

Hace 4 años, Las Tesis traspasaron fronteras develando la complicidad de las instituciones del Estado cuando no se toman las medidas frente a los hombres que matan mujeres, que les pegan, que las violan… y encima, después, las culpan por ello. “Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía, el violador eres tú”.

Hace 3 años, más de 2 millones de mujeres nos movilizamos en Chile en la marcha Histórica del 8 M; este 2023, más de 200 mujeres lideresas de más de 30 países nos autoconvocamos y fundamos la Internacional Feminista, porque hemos decidido que nunca más estaremos solas y disgregadas en nuestra lucha contra el patriarcado y todas sus prácticas de dominación, de clase, de género y de raza.

Pero aún tenemos muchos pendientes.

Según la ONU, son más de 150 mujeres asesinadas por día, a manos de sus parejas. En Chile, la violencia intrafamiliar se incrementó en un 11.4%, llegando a un 44% total. Entre 2020 y 2022 se registraron 154 femicidios, y este año ya van 37 (consumados).

Y existen riesgos reales de retroceder.

Acaba de ser electo un presidente al otro lado de la cordillera que no esconde su machismo, su misoginia. En Chile, tenemos la amenaza de una propuesta constitucional ultraconservadora que propone cambios en contra de las mujeres. Entre otras cosas, pretende eliminar derechos que hemos conquistado. Como por ejemplo hacer inconstitucional la interrupción voluntaria del embarazo en 3 causales, muestran con ello que no les importa que quienes más optan por la causal de violación son niñas menores de 13 años que han sido violadas. Limitan la paridad a una definición absolutamente testimonial, porque no tienen ni la mínima intención de concebirnos como pares en el ejercicio de nuestros derechos civiles, sociales y políticos.

Por eso, como tantas veces lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo, encarnemos las palabras de nuestras ancestras, levantadas en alerta para defender nuestros derechos.

Por cada mujer, feminista o no; por cada abuela, madre, hermana, hija, nieta, amiga, vecina… por cada compañera, por cada una de nosotras. En este Día por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, y cada día de nuestras vidas, el llamado es a no claudicar.

Estamos vigilantes, en firme pie de defensa ante cada intento por quitarnos lo que tantas luchas y cuerpas nos ha costado.

Todas juntas: ni un paso atrás. Por ti, por mí y por todas mis compañeras; si tocan a una, nos tocan a todas.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias