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Una necesaria institucionalidad para el desarrollo sostenible basado en el conocimiento Opinión

Una necesaria institucionalidad para el desarrollo sostenible basado en el conocimiento

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Silvia Díaz Acosta
Por : Silvia Díaz Acosta Presidenta del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI)
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El cúmulo de cambios tecnológicos, sociales y productivos que han tenido lugar en las últimas décadas ha dejado en evidencia que no podemos seguir actuando igual que antes y que la normativa chilena necesita adecuarse a las necesidades y exigencias con visión de futuro.


Una muy buena noticia para impulsar el crecimiento de la Ciencia, la Tecnología, el Conocimiento y la Innovación está ocurriendo actualmente en el país. Se trata del proyecto de ley que ingresó esta semana al Parlamento para modificar la actual institucionalidad del Consejo de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (Consejo CTCI), creando una de prospectiva y desarrollo sostenible basado en el conocimiento y pasándose a llamar Consejo Nacional de Futuro y Desarrollo.

Esta medida es fundamental para robustecer el campo de acción del Consejo e integrar el futuro a nuestras decisiones de hoy, en un contexto donde cada vez es más necesario abordar con un horizonte de largo plazo los desafíos y oportunidades del desarrollo sostenible para el país y sus regiones. Es desde allí que podemos orientar las políticas públicas en el logro de estas metas.

Hoy en día, el desarrollo sostenible con base en el conocimiento es crucial para abordar los retos contemporáneos y futuros que enfrenta la humanidad. Gracias a los avances científicos y tecnológicos podemos aportar a soluciones innovadoras y eficientes para problemas ambientales, sociales y económicos. Por eso, la integración de conocimiento en las estrategias globales no solo impulsa la eficiencia y la productividad, sino que también minimiza el impacto ambiental y fomenta prácticas equitativas.

Otro factor clave a considerar en este proceso es la colaboración activa y coordinada de distintas áreas. El proyecto de ley cuenta con el liderazgo del Ministerio de Ciencias y el Ministerio de Economía, así como de la comisión de Desafíos del Futuro del Senado y de la Comisión de Hacienda. En la práctica, el Consejo CTCI dependerá del Ministerio del Interior y pasará a ser objeto de áreas de trabajo directo con el Presidente de la República. Esto nos habla de cómo la ciencia y la tecnología han dejado de ser consideradas como un elemento sectorial y en cambio, son parte de las tareas transversales que como país debemos trabajar en el corto y largo plazo.

El cúmulo de cambios tecnológicos, sociales y productivos que han tenido lugar en las últimas décadas ha dejado en evidencia que no podemos seguir actuando igual que antes y que la normativa chilena necesita adecuarse a las necesidades y exigencias con visión de futuro. Por ello el conocimiento, entendido como el talento que se genera a través de las personas y cómo éste se transforma en soluciones de impacto para la sociedad, requiere una gestión activa para establecer y fortalecer agendas de desarrollo científico-tecnológico y de desarrollo productivo consistentes con las dimensiones de los nuevos desafíos sociales y culturales.

Proyectos de ley como el cambio de institucionalidad del CTCI nos hablan de que aún estamos a tiempo de generar una respuesta articulada a estos retos, y que estamos trabajando proactivamente para generar los mecanismos políticos y técnicos apropiados para avanzar más rápida y eficazmente hacia un deseado desarrollo sostenible que contribuya a la preservación del medio ambiente y la mejora de la calidad de vida para las generaciones presentes y futuras, a lo largo y ancho de nuestro país.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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