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Los desafíos del mercado laboral para retener a los talentos Opinión

Los desafíos del mercado laboral para retener a los talentos

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Sofía García Franco
Por : Sofía García Franco onboarding leader en Humand.
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Es un llamado a repensar estrategias, a cultivar líderes auténticos y a invertir en el bienestar y desarrollo de quienes dan vida a nuestras empresas.


Como profesional inmerso en el dinámico universo de los recursos humanos, me encuentro reflexionando sobre las revelaciones recientes de un estudio en Chile, donde se confirma que la motivación salarial sigue siendo un factor decisivo para el 70% de los trabajadores del país al elegir un empleo. Sin embargo, este dato se erige como solo la punta del iceberg en la compleja ecuación que define la retención de talento en el actual panorama laboral.

En la columna vertebral de esta discusión, no solo está la importancia del reconocimiento financiero y la estabilidad económica, sino que también destaca el papel crucial de la calidad de la jefatura como un elemento determinante para la retención de empleados.

No todos los jefes son buenos líderes. Es innegable que un buen líder no solo potencia las habilidades del equipo, sino que también escucha y muestra empatía. La afirmación contundente de que “un colaborador no renuncia a la empresa, sino que renuncia a su jefe” subraya la importancia de un liderazgo efectivo en la fidelización de los empleados.

La realidad laboral ha experimentado una metamorfosis significativa. La idea del trabajador que permanece en una empresa hasta la jubilación ha evolucionado hacia un escenario donde un colaborador puede tener hasta ocho trabajos a lo largo de su vida profesional. Este cambio, sin duda, requiere que las organizaciones se adapten y redefinan sus estrategias de retención.

La retención va más allá de la parte económica; implica una cuidadosa atención al “salario emocional”. Este concepto, que abarca el ambiente laboral, el tipo de trabajo, el liderazgo, los programas de bienestar y el equilibrio entre la vida laboral y personal, revela la complejidad de los factores que influyen en la percepción del colaborador dentro de la organización.

En este contexto, se destaca la necesidad de fomentar una cultura organizacional sólida, el reconocimiento continuo y la oferta de oportunidades de desarrollo profesional como estrategias fundamentales para retener talento. Además, la comunicación interna emerge como un pilar esencial, donde abrir canales para escuchar a los empleados, incluso ante feedback negativo, es crucial para construir confianza y abordar cualquier punto de dolor o incomodidad.

La inversión en los empleados también es una estrategia inteligente y no simplemente un gasto. Invertir en programas de formación, desarrollo y tecnologías, como aplicaciones de comunicación interna, no solo contribuye al crecimiento de los empleados, sino que también se traduce en ahorros tangibles, mejorar la comunicación, fortalece la participación de los colaboradores y ayuda sustancialmente a que los colaboradores desarrollen un sentido de pertenencia con la organización.

Desde mi perspectiva, estas ideas resaltan la necesidad imperante de un enfoque holístico en la gestión de recursos humanos. La retención de talento no es solo un desafío, sino una oportunidad para las organizaciones que buscan destacar en un mercado laboral cada vez más dinámico. Es un llamado a repensar estrategias, a cultivar líderes auténticos y a invertir en el bienestar y desarrollo de quienes dan vida a nuestras empresas. En última instancia, la retención de talento no solo es una práctica empresarial inteligente, sino un testimonio del compromiso genuino con el crecimiento mutuo y el éxito sostenible.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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