Cabe destacar que el emprendimiento abre un abanico de posibilidades para el desarrollo de las carreras de los investigadores en diversos ámbitos, las cuales hoy en día son más bien acotadas, lo cual abre incentivos para la creación de nuevas empresas.
Recientemente la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aisén Etcheverry, anunció el ingreso del proyecto de ley de Transferencia Tecnológica (Boletín 016-372), que busca facilitar la transferencia del conocimiento y tecnologías desde las Instituciones de Educación Superior (IES) al mercado, y así también valorizar la inversión pública en I+D.
Esta iniciativa resulta ser muy relevante para dinamizar y fortalecer el ecosistema de la innovación y emprendimiento a nivel nacional, ya que remueve algunos de los obstáculos existentes para que se produzca la transferencia desde las IES, y facilita que sus investigadores puedan crear o participar en Empresas de Base Científica Tecnológica (EBCT) desarrolladas a partir de resultados de investigación.
En un país como Chile, donde es el Estado el que más invierte en I+D (más de 60% de la inversión total del país) y son la IES las que desarrollan I+D+i en mayor medida, el generar las condiciones para que se puedan crear empresas que apunten a una mayor sofisticación productiva es, sin duda, un eje crucial para la estrategia nacional de innovación, y las razones de ello son variadas.
En primer lugar, las inversiones privadas en innovación, así como las alianzas con empresas nacionales e internacionales para desarrollo tecnológico, requieren de una nueva entidad, como vehículo legal para concretarlas. En segundo lugar, la gobernanza y la burocracia de las universidades no están acordes a los tiempos y las necesidades de los negocios y del mercado, razón por la cual la transferencia usualmente se entrampa sin llegar a acuerdos.
Finalmente, cabe destacar que el emprendimiento abre un abanico de posibilidades para el desarrollo de las carreras de los investigadores en diversos ámbitos, las cuales hoy en día son más bien acotadas, lo cual abre incentivos para la creación de nuevas empresas.
En este sentido, fortalecer a las universidades será ampliar su rol hacia el desarrollo del país, a través de una mayor fluidez del sistema y difusión del conocimiento, así como el apoyo a la generación de emprendimiento de base científica y tecnológica. Deberán esforzarse en crear múltiples spin-off exitosas en el mercado, dejando espacio para que puedan crecer y transar en el mercado nacional e internacional, sin limitar el escalamiento con fondos de inversión. En otras palabras, menos foco en ser contenedoras de patentes y más foco en generar el impacto económico social y ventas de tecnologías en sus primeras etapas de crecimiento.
En mi trayectoria tanto en investigación como en innovación, ha sido siempre el emprendimiento la vía más eficaz de transferencia, razón por cual celebro que este nuevo proyecto de ley liderado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (CTCI) haya puesto su acento en este modelo, lo cual sin duda permitirá potenciar con fuerza el desarrollo tecnológico en nuestro país.